¿Qué hay de cierto en que durante las dos primeras semanas tras el cambio de estación las personas engordan?
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Hay nutricionistas que afirman que esto ocurre, puesto que las personas al ver que se oscurece más temprano, casi automáticamente comienzan a comer ‘cosas ricas’, que por lo general son muy calóricas.
La nutricionista del Spa Mundo Curvas, Fernanda Valenzuela, dice que no hay estudios que comprueban esta realidad, pero asegura qué si es cierto que en nuestro país, el ingreso a un clima frío, como se da en otoño e invierno, lleva a la gente a comer más y alimentos con mayor nivel de calorías.
El hecho de utilizar ropa más abrigada en estas fechas y que cubre más las partes del cuerpo imperfectas, produce un relajo en las personas, que piensan ‘después hago dieta’, en vez de preocuparse todo el año por una buena alimentación.
‘Pero esto ocurre acá, ya que hay países en los que todo el año hace frío y se consumen igualmente ensaladas y frutas, pero acá está la mala costumbre de cambiar los hábitos cuando comienza a hacer frío’, dice la especialista.
Como recomendación, la nutricionista de Mundo Curvas, Fernanda Valenzuela, dice que el consumo de verduras se puede realizar a través de las sopas naturales, las que cumplen la misión de reemplazar las ensaladas. ‘Lo importante es que sean naturales, y principalmente de verduras verdes, no sirven las sopas de sobre’.
Efectos en el ánimo
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Otros efectos que se le atribuyen al cambio de estación, tienen que ver con el ánimo de las personas, el cual se vería alterado con estas variaciones.
Según los especialistas, las alteraciones biológicas que produce este cambio no llegan a incidir significativamente en las estadísticas ni constituyen enfermedades, no obstante pueden afectar la salud de adultos y niños, al producir alteraciones del sueño, irritación y distimia (un tipo de trastorno afectivo o del estado de ánimo).
Estos son algunos de los efectos:
- En el sistema nervioso central, puede presentarse somnolencia, irritabilidad, dificultades en la atención, la concentración y la memoria.
- Malestar general , fatiga, baja en el rendimiento o menor productividad.
- Cambios en el estado de ánimo.
- Trastornos digestivos, aumento de secreción del jugo gástrico, disminución diurna y aumento nocturno del apetito.
- Aumento de molestias psicosomáticas.