Uñas cortas: la recomendación es siempre llevar las uñas de los pies cortas, pero no te extralimites, debes dejar un par de milímetros de superficie blanca. Luego de cortar, utiliza una lima para los toques finales.
Dales un baño: pero solo a tus pies. Llena la tina de baño lo suficiente para que tus pies queden cubiertos. Utiliza siempre agua tibia. Deja tus pies un rato en el agua, y luego límpialos con un scrub especial para pies. Puedes ayudarte además con una escobilla. Así ayudarás a que la piel de esta zona esté suave y sedosa.
Lima tus pies: no debes usar una lima de uñas, sino una específica para tus pies. Úsala en las áreas más sensibles a resecarse o endurecerse.
La humectación es clave: debes humectar tus pies todos los días. Es recomendable una crema especialmente diseñada para los pies. Cuando la apliques aprovecha de masajear tus pies.
Cuidado con los calcetines: si vas a salir a ejercitarte y llevarás calcetines, no te los pongas sino hasta que tus pies estén bien secos, ya sea si los mojaste o si los encremaste.
No te olvides de las cutículas: es un paso clave para mantener la salud de tus pies. Debes empujarlas una vez a la semana.
Descansa tus pies: ¿estuviste caminando todo el día, o mucho rato parada? Entonces cuando llegues a casa, sácate los zapatos y levanta los pies. Te ayudará a relajarlos y mejorar la circulación.
Embellece tus uñas: aprovecha el verano para usar colores brillantes y atractivos. Cuando la pintura se salte, no la repintes encima. Retira el barniz con un removedor. Luego lávalas, es una buena idea usar un cepillo que te ayude a remover todos los restos de barniz o células muertas, sécalas bien, y entonces aplica el nuevo barniz. Es ideal que dejes descansar las uñas sin pintura.