Las clases escolares están a punto de comenzar y esto significará un gran cambio para aquellos alumnos que pasen no solo de grado, sino de nivel educativo: de nido a primaria o de primaria hacia la secundaria.
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‘El más complicado es el cambio para los niños que ingresan a primaria. Por ello, en casa es importante la motivación, decirles que ya están más grandes, que pasan a otra etapa y que tienen la capacidad para hacerlo. Hay que trabajar en su autonomía’, explica Carolina Goicochea, directora del Lima Villa College.
Se puede empezar por darle tareas pequeñas que lo vuelvan más independiente: por ejemplo, que tiendan su cama, recojan sus platos de la mesa o se bañen solos.
‘En primaria, obviamente, el niño no le puede decir a la profesora que quiere ir al baño y que lo tiene que acompañar’, explica Goicochea.
Para evitar esto, es importante que se le acostumbre al niño a un ambiente más disciplinado, pues el cambio es notable al empezar el primer grado de primaria.
‘Hay que decirle al chico que habrá más reglas y menos libertades. Es importante que en casa y en el colegio esto se trabaje por igual. No es la idea que en el colegio haya reglas y en casa no’.
El otro gran cambio se da a nivel académico. El niño empieza en primer grado con la educación escolar formal. En el nido o inicial, las prioridades eran otras.
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‘En inicial, se trabajan más las habilidades a nivel motor fino y grueso, como preparación para la escritura. En primer grado, el niño debe empezar a escribir’.
Pero ¿qué pasa cuando el cambio es de primaria a secundaria? Aquí, según la experta, el reto se vuelve más intelectual. ‘De primaria a secundaria cambia el nivel de abstracción. El profesor no tiene que hacerle recordar cuáles son sus tareas o que debe cumplir con sus deberes. El alumno debe saber que tiene que hacerlo’.
En esta etapa es vital contar con buenos hábitos de estudio. No basta con quedarse con lo aprendido en clase.
‘El chico tiene que saber que debe dedicarle tiempo a estudiar, incluso cuando no tiene tareas. Puede dedicarle una hora o treinta minutos al plan lector. Nosotros los acostumbramos también a que tienen que investigar’.
En cualquiera de los dos casos, los padres deben trabajar de la mano con los profesores en desarrollar una autoestima sana en los estudiantes.
‘Los últimos años de colegio también son esenciales. Nosotros fomentamos un sistema preuniversitario. Los chicos hacen monografías, investigan, debaten y dan exámenes tipo ingreso. También trabajamos en sus habilidades blandas’.
En cuarto de secundaria es importante que el joven pase por una evaluación vocacional y conozca más sobre las carreras que puede seguir una vez que culmine el colegio.
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