POR VERÓNICA KLINGENBERGER – Periodista – @vklingenberger
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Greta y el planeta. Al final fue una niña con asperger quien se atrevió a cargar con el planeta sobre los hombros y reclamar a los adultos repensar sus prioridades. Por supuesto se ha ganado tantos seguidores como detractores, pero su reclamo, el más importante de nuestros tiempos, tiene cada día un eco más fuerte. Mientras tanto, el más caliente en todo este cuento sigue siendo el planeta y todo indica que su fastidio no dará vuelta a atrás. La temperatura ha crecido más rápido de lo que pensábamos, casi triplicando el tope que se habían impuesto alrededor de 200 países. La Organización Mundial de Meteorología sugiere un incremento de 3 a 5 grados celsius para el fin de siglo. Desde los 80, cada década ha sido más caliente que la anterior. 2019 se va convertido en la década más cálida registrada desde la mitad del siglo 19. ¿Mientras tanto qué hacen los millonarios? Construyen carritos a prueba de balas y piedras. Y ni eso les liga.
Memes de un violador en mi camino. «El patriarcado es un juez… que nos juzga por nacer… y nuestro castigo… es la violencia que no ves’. Difícil leer esas líneas sin acompañarlas de la tonadilla del momento, es el efecto del pensamiento rítmico. Basta escucharlo una vez al día para que el estribillo no nos abandone más. Y entonces, las chicas del colectivo feminista chileno Las Tesis se convierten así en las autoras del hit del verano, una nueva canción de protesta que está dando la vuelta al mundo: la canción y su coreografía ha sido replicada en España, Alemania, Francia, Colombia y República Dominicana. La protesta se entiende y se respeta (no te arañes, es activismo no un debate de sociología o biología), aunque muchas mujeres discrepemos con el concepto de patriarcado y con la repetición dogmática de mensajes imprecisos o simplemente falsos. Todo sea por el avance y la evolución de la especie. Todo sea por la igualdad de derechos y oportunidades. El problema es que en tiempos de rubias despechadas y gatos canallas, cualquier causa deviene en meme. El mejor, el del labrador bailando la versión electro. PD. A los colectivos locales: ¿cuándo una versión contra los moluscoides Hugo Guerra y Philip Butters? Se merecen, por decir lo menos, un rap ridiculizante y violento.
Guías prácticas para ver El Irlandés como serie. Ver la última película de Scorsese es una tarea que exige cierto compromiso de parte del espectador. Un poco de respeto hacia el maestro. Pero en tiempos de series con capítulos de 20 minutos nos hemos malacostumbrado al consumo por cápsulas. ‘De ninguna manera. Ni siquiera he pensado en eso’, saltó el cineasta neoyorquino cuando un periodista le preguntó si había considerado más bien el formato miniserie. ‘Todo el sentido de esta película está en la acumulación de detalles. El efecto que se produce al final es resultado de una suma acumulativa, lo que significa que debes verla de principio a fin’. OK Boomer, han respondido muchos. Lo curioso es que en tiempos de maratones seriales nos cueste tanto enfrentarnos a un formato narrativo largo y contenido, una historia que se hace increíblemente potente a punta de silencios y miradas. Scorsese ha pintado otra obra maestra, esta vez es un trío amoroso de tíos malos. El personaje de Pesci merece un spin off. Solo un apunte de cierre: al final, una vez más, ha salido ganando Netflix. Mírala de un tirón, mírala en 10 partes, pero mírala. Ese es el mojo de nuestros tiempos, algo que hoy ninguna sala de cine puede garantizar.
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