Tendencias

‘El amor sabor vainilla’, por Zendy Manzaneda Cipriani

¿Es cierto que el príncipe y la princesa se casaron, vivieron y se amaron para siempre?, ¿para siempre?, ¿por qué en los cuentos no hay demandas de divorcios? A decir verdad, en la realidad, en nuestra Lima, en nuestro Perú, también existen muchas parejas que viven juntas hasta el último día de sus vidas, pero no necesariamente se aman. Me atrevería a decir que en la mayoría de parejas estables ya no hay amor, puede haber compañerismo, amistad u otros sentimientos pero no el combustible que le da calor y pasión a una pareja: el amor.

Fue la escritora británica E. L. Mitchell quien introdujo, en su trilogía ‘Cincuenta sombras de Grey’, el concepto de sexo vainilla para describir encuentros íntimos monótonos, simples, seguros y predecibles. Este concepto también podríamos ampliarlo a todo lo que comprende una relación de pareja y nos encontraremos con esos enamorados, novios, esposos que ya no se acuerdan porque están juntos, se quieren pero, no se aman, viven entre la monotonía y la mediocridad.

¿Qué es lo que pasa?, ¿por qué el amor se deja aplastar por la monotonía?, ¿acaso no es mejor cortar por lo sano y buscar una nueva vida, un nuevo amor, una nueva oportunidad de ser feliz? Todo esto me trae a la mente el velorio de uno de mis profesores preferidos de la universidad. Su esposa, una mujer pequeñita, contó con mucha emoción como se habían conocido y las locuras de amor que había cometido por ella. Unos días después recordé como hace muchos años, aquel célebre periodista, que fue mi maestro, caminaba con sus sesentitantos años y su esposa cerca de la facultad, un poco avergonzado, casi como no queriéndole agarrar la mano, hasta que finalmente fingió un estornudo para soltar a su esposa y caminar libre. Recuerdo que hasta le cambió la cara y nos saludó con una sonrisa.

Recomendados

También están esas parejas que se han casado porque sí, porque ya era hora de tener esposo o esposa, porque en el Perú hay una presión espantosa para que las mujeres tengamos hijos, una pareja estable y una familia feliz. Esas parejas que no se separan porque les da vergüenza, qué dirán de ellos. Como mis amigos Gonzalo y Marita, no me gusta ir a sus fiestas porque son obras de teatro, coreografías muy bien montadas, dónde parece que el amor fluyera a raudales. Son la típica postal de familia Feliz. Pero no todo es perfecto, siempre, de vez en cuando, dejan mostrar las enormes fisuras de su relación. Al menos Gonzalo con unos tragos de más deja por momentos traslucir una gran rabia contenida.

Pensándolo bien, en los cuentos, las parejas no tendrían por qué separarse, en la ficción es licito que vivan felices para siempre. Ahora, si tú quieres también puedes hacer de tu pareja un cuento, un cuento hermoso, sabor vainilla, un cuento donde para la platea son felices por siempre y para siempre. ¿Tú qué piensas?

_____________________________________________________________

Sobre la autora

Soy Zendy Manzaneda Cipriani , tengo un MBA de la UP y un Máster en Comunicación en Barcelona. Además, soy catedrática y gerente de marketing de una empresa trasnacional. Hace poco publiqué una novela titulada ‘las pecadoras también vamos al cielo’.

p=. NOTAS RELACIONADAS

‘Gente tóxica’, por Zendy Manzaneda

‘Corrupción es abuso de poder’, por Zendy Manzaneda Cipriani

‘La hipocresía ‘, por Zendy Manzaneda Cipriani

‘Tenemos que involucrarnos en política’, por Zendy Manzaneda Cipriani

‘Decepción’, por Zendy Manzaneda Cipriani

Tags

Lo Último


Te recomendamos