Últimamente he escuchado a muchos amigos que han vuelto del extranjero decir de que la mayoría de peruanos somos pesimistas y que no tenemos la fortaleza mental para afrontar, como sociedad, nuestros problemas mayores. Este tipo de comentarios a mí, en verdad, me molestan. Y no porque sea chauvinista. Yo creo que mis amigos están completamente equivocados. Los peruanos no somos pesimistas, en realidad la gran mayoría somos realistas, tampoco estoy de acuerdo en que seamos una sociedad frágil. Yo creo que los peruanos somos resilientes.
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Antes que nada, debemos recordar que la resiliencia es esa capacidad de una persona o un grupo de personas para poder recuperarse y afrontar situaciones difíciles y momentos emocionales complicados. Nosotros los peruanos tenemos experiencia en ello, hemos pasado por etapas horrorosas como la del terrorismo y la crisis económica, aun así nos hemos recuperado y hemos demostrado muchas veces que somos un pueblo que sabe ser feliz.
Y no es que la resiliencia sea una capacidad extraordinaria del ser humano, es en realidad bastante común, solo que para poder desarrollarla se requiere tener los pies en la tierra y empatía con los demás. Los peruanos, como sociedad, hemos salido de momentos muy duros y estoy segura de que vamos a lograr adaptarnos a nuevas situaciones adversas.
Por ejemplo, a mí me parece increíble la cantidad de peruanos y peruanas que han huido del terrorismo, para lo cual tuvieron que dejar sus casas, a sus parientes, sus vidas y empezar de cero en Lima, una ciudad donde se les despreciaba y donde tenían pocas oportunidades, casi lo mismo que los tan criticados hermanos venezolanos. Años después muchos de estos peruanos no solo se han sobrepuesto de los malos momentos también han logrado hacer empresa, dar trabajo a otras personas y son la base de la economía de mercado.
Lo mismo ha pasado con los miles de peruanos que han migrado al extranjero, solo basta ver el fervor y la alegría que mostraron en el mundial de Rusia 2018, donde incluso se dijo que era una de las barras más entusiastas; más allá de algunos malos elementos machistas que nunca faltan. Pero, se imaginan por lo que habrán pasado todos estos compatriotas, sorteando una nueva realidad, un nuevo idioma, una nueva idiosincrasia; no es fácil. Eso mismo les digo a mis amigos que han vuelto del extranjero. Con un poco de vergüenza aceptan que están equivocados y con cierto orgullo señalan que sí, que son resilientes, que no se dejaron vencer por los problemas que supieron afrontar el estrés, el abandono afectivo, cosas tan tristes como la muerte de familiares desde la distancia.
Recuerda que eres resilientes si eres una persona realista, que sabe lo que quiere, sabe de sus limitaciones y sus fortalezas. Si eres una persona flexible que no se queda atrapado en las dificultades. Eres resiliente si ante los problemas no exageras, no dramatizas y no sacas conclusiones precipitadas. Si tienes estas características entonces sonríe y ten orgullo por ti mismo.
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