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NASA: Los astronautas pueden tomar café sin pensar en la falta de gravedad con esta copa espacial

No es ciencia ficción, es realidad.

Samantha Cristoforetti
Samantha Cristoforetti La astronauta italiana toma una taza de capuccino en la Estación Espacial Internacional

Muchas veces hemos hablado sobre cómo los astronautas deben acostumbrarse a la micro gravedad en la Estación Espacial Internacional. Entre las tantas dificultades está la de tomar bebidas, incluyendo café. Para resolver este problema, la NASA desarrolló una curiosa y muy funcional copa espacial.

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No es ciencia ficción, ni magia ni brujería: es realidad. Gracias a esta copa espacial, los astronautas pueden tomar café (o cualquier otra bebida, vamos) sin que se les vaya flotando.

Usualmente utilizan una bolsa sellada al estilo Capri Sun, tomando el líquido con una pajilla.

Pero desde hace algunos años, y luego de un enorme trabajo de ingeniería, desarrollaron esta copa espacial, mostrando en un video cómo funciona.

La copa de la NASA aprovecha las propiedades de la dinámica de fluidos para imitar la gravedad. En el video puede verse a la astronauta Nicole Mann, teniente coronel del cuerpo de Marines, poniendo capuccino en el recipiente.

Posteriormente, lo gira, enseñando cómo la bebida caliente permanece dentro de la taza, sin importar que se voltee.

Así funciona la copa espacial de la NASA

De acuerdo con un artículo publicado en Nature Microgravity, la copa espacial funciona aprovechando los efectos combinados de la tensión superficial, las llamadas “condiciones de humectación” y la geometría de la copa.

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Como puede observarse en el video, la copa tiene un canal que va desde el fondo hasta el borde. La acción capilar entre la bebida y la pared de la copa permite que la bebida se deslice a lo largo del canal, acercándose al borde.

Copa espacial
Copa espacial Así son las copas desarrolladas por NASA para tomar café en la Estación Espacial Internacional

Solo una pequeña cantidad del café entra en el canal, mientras que el resto permanece en el fondo a través de fuerzas capilares.

Cuando los astronautas posan sus labios en la copa, el líquido se introduce sin mayores problemas en la boca. Deben controlar, eso sí, qué tan grande es el trago, cambiando la forma de la boca y la succión.

Increíble, ¿no?

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