Washington. La decisión del gobierno de Sri Lanka de bloquear las redes sociales después de los mortíferos ataques del domingo puso de relieve la creciente desconfianza hacia las plataformas en línea, aunque los críticos dicen que la medida no solo restringe contenidos abusivos, sino que también afecta el flujo de información.
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****Las restricciones en **Sri Lanka **se dan en medio de la creciente frustración de gobiernos de todo el mundo por la propagación de desinformación e incidentes del violencia en las plataformas de internet.
Sri Lanka bloqueó Facebook, WhatsApp, Instagram, YouTube, Viber, Snapchat y el servicio de mensajería de Facebook luego de que el domingo de Pascua se produjeran atentados contra iglesias y hoteles que dejqaron más de 200 muertos, señaló la ONG defensora de los derechos digitales NetBlocks.
Esta es la segunda vez que **Sri Lanka** bloquea las redes sociales. Una medida similar fue tomada en 2018 tras un brote de violencia.
“Los gobiernos alrededor del mundo, incluidos aquellos que explotan las redes sociales y los medios de comunicación estatales…se han dado cuenta de los riesgos asociados a plataformas como WhatsApp”, dijo en un correo electrónico Jennifer Grygiel, una profesora de comunicación de la Syracuse University.
“Se apresuran en tomar medidas ahora para evitar rumores y la inquietud social, pero la facilidad con la que son capaces de apagar las plataformas también revela cuánto poder y control tienen los gobiernos sobre estas compañías y la necesidad de proteger la libertad de expresión”.
De acuerdo con NetBlocks, el bloqueo en **Sri Lanka **puede ser contraproducente por haber dejado fuera fuentes de información auténticas.