El abandono de un padre a sus hijos, los conflictos familiares, la violencia física o el abuso sexual son circunstancias que generan mucha inseguridad en el vínculo afectivo de niños y niñas y los puede convertir en potenciales violadores , como el falso taxista capturado recientemente por la policía en Lima.
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Así lo explicó el médico psiquiatra Humberto Castillo, director del Instituto Nacional de Salud Mental, quien dijo que, por las acusaciones hechas por al menos siete víctimas que lo reconocieron, Jonathan Álvarez del Villar Márquez, de 22 años, es un violador serial.
Este sujeto, que fingía ser taxista, fue detenido por la policía en un descampado de Chorrillos cuando estaba a punto de abusar sexualmente de una joven, a la que le había robado dinero, enmarrocado y cubierto los ojos.
Castillo indicó que si bien es difícil dar un diagnóstico exacto de su salud mental, se puede señalar que muchos de estos casos (de violadores sexuales) se forman en la infancia temprana, por abandono del padre o de la madre, por conflictividad familiar o por situaciones donde los menores han sido objetos sexuales.
“Hay situaciones en las cuales los niños son expuestos a dobles discursos, como cuando son seducidos o convertidos en objetos sexuales por familiares o alguien del entorno, que en vez de protegerlos, les dan un doble mensaje: el de supuesta protección y de utilización y abuso”, comentó en “RPP”.
El especialista dijo que se trata de procesos muy complejos que merecen ser atendidos por un experto en salud mental, para evitar que el niño o adolescente busque repetir la agresión en el futuro, pero esta vez como victimario.
Estos menores, añadió, son aún más vulnerables cuando son sometidos a la visualización de imágenes pornográficas o videojuegos que muestran únicamente escenas violentas.