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De acuerdo a un estudio divulgado por la organización humanitaria Oxfam, alrededor de la mitad de la riqueza mundial está en manos del 1% de la población, que posee en conjunto unos US$110 billones.
Según informa EFE, el informe “Gobernar para las élites: secuestro democrático y desigualdad económica” concluye que existe un nivel de desigualdad “sin precedentes”, concentrar el 46% de la riqueza en manos de una minoría.
A la inversa, el documento destaca que la mitad más pobre de la población del planeta posee la misma riqueza que las 85 personas más ricas del mundo.
Sin embargo, la organización piensa que la concentración es aún mayor, ya que se calcula que hay US$18,5 billones no registrados y en terceros países de baja tributación.
Por otro lado, según sus datos, 210 personas se incorporaron en 2013 al club de los multimillonarios cuya fortuna supera los mil millones de dólares, formado por 1.426 personas que concentran una riqueza de US$5,4 billones.
A juicio de Oxfam, la masiva concentración de los recursos económicos en una minoría provoca un “secuestro democrático” por el que los gobiernos pasan a servir a una élite acaudalada con “políticas fiscales injustas, prácticas corruptas y arrebatando los ingresos naturales a los ciudadanos”.
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Además aseguran que las medidas de austeridad implantadas en Europa para contener la crisis económica, aumentaron la brecha de desigualdad en ese continente, donde la fortuna de las diez personas más ricas supera el costo total de las medidas de estímulo aplicadas en la Unión Europea entre 2008 y 2010.
En tanto, en varios países de África, la corrupción de sus gobiernos no ayuda a que la población perciba el rápido crecimiento de sus economías.
Otra conclusión que el crecimiento económico y la reducción de la pobreza pueden verse afectados por el aumento de la desigualdad, tendencia alcista que no ha parado en los últimos treinta años, lo que provoca el riesgo de multiplicar los problemas sociales.
El texto presenta una serie de recomendaciones de cara a la reunión del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), una reunión en la que se analizarán los problemas más acuciantes del mundo y se tratará de aportar soluciones para las crecientes situaciones de desigualdad. El “compromiso” de no utilizar paraísos fiscales, no cambiar dinero por favores políticos y exigir a los gobiernos garantizar la sanidad, educación y protección social de los ciudadanos con la recaudación fiscal, son algunos de los planteamientos de la organización.
