‘Un circuito funcional para entrenar en casa’ | Vanna Pedraglio

Ahora más que nunca es sumamente importante mantenernos activos, ya que ante todo está nuestro bienestar físico y emocional. Una excelente manera es realizar ejercicios funcionales, que imitan movimientos cotidianos, como agacharnos o pararnos, y donde se emplea el propio peso del cuerpo.

Este tipo de entrenamiento mejora funciones básicas como la postura, favorece la salud, ayuda a perder peso, brinda flexibilidad dinámica y disminuye el riesgo de sufrir lesiones, ya que nos permite trabajar todos los grupos musculares. Además, es una excelente manera de integrar a la familia.

A continuación, te daré un ejemplo de circuito funcional en casa para que lo implementes desde hoy. No necesitarás ningún equipo de entrenamiento adicional, solo tu propio cuerpo.

Los ejercicios. Lo primero que debes hacer es escoger de seis a diez, que complementen ejercicios localizados, de equilibrio y cardiovasculares. Pueden involucrar movimientos compuestos o varios grupos musculares a la misma vez, como sentadillas, estocadas y planchas. Luego añade otros que te ayuden a elevar pulsaciones para ganar resistencia, como los jacks o polichinelas, imitar saltos de soga o trotar en tu sitio, entre otros. Un típico ejercicio de flexibilidad o estabilidad es pararse en un pie y tocar el suelo justo delante de la punta del pie sin apoyar el contrario.
Series. Realiza tantas repeticiones de cada ejercicio como te sea posible en un lapso de un minuto cada uno. Descansa treinta segundos entre cada ejercicio; pero hazlos uno detrás de otro, como en un circuito. Realiza de dos a tres series de todos los ejercicios en orden. Al terminar cada serie, recupérate de uno a tres minutos.
Beneficios. Crear circuitos funcionales que duren al menos 20 minutos puede llevar tus pulsaciones a sensaciones en las que te cueste respirar, así que en ese lapso segregarás las cuatro neurohormonas de la felicidad: endorfinas, consideradas la morfina del cuerpo, una especie de analgésico natural, que es el motivo por el que nos sentimos relajados postentrenamiento; serotonina, que te da la satisfacción de logro o autosuperación; dopamina, la responsable de la sensación de amor y también de la adicción, motivo por el que una vez generado el hábito del deporte, este se vuelve indispensable en nuestra vida; oxitocina, más conocida como el neurotransmisor del apego o el abrazo.

Si tu entrenamiento ha sido lo suficientemente intenso, notarás que te sientes relajado, satisfecho y empoderado, con ganas de que sea mañana para otra sesión más. Así que ya sabes, es posible vivir bien y saludable sin salir de casa. Aprovechemos este tiempo de aislamiento para generar nuevas oportunidades y mejores hábitos de vida.