Por: Erika Barrio, Jefa Técnica del Servicio de Psicología del Instituto para el Desarrollo Infantil ARIE.
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1. ¿Qué es el Trastorno del Espectro autista?
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una afección del neurodesarrollo que presenta dos características: por un lado, dificultades en la interacción y comunicación social, y otro la presencia de intereses restringidos y comportamientos repetitivos. El diagnóstico es clínico y ésta debe realizarse de manera oportuna y precoz para una temprana intervención integral que favorezca su evolución.
Las características clínicas pueden diferenciarse entre un niño y otro y dependerá de factores como el nivel cognitivo, que puede variar desde la discapacidad intelectual hasta la capacidad a un nivel promedio o superior. También el nivel de comunicación, desde un déficit o nula adquisición del lenguaje verbal y no verbal hasta la adquisición de adecuadas capacidades lingüísticas y un amplio manejo de vocabulario. Asimismo, se debe de considerar el nivel de interacción social, desde la presencia de aislamiento y falta de interés por el otro hasta el deseo de establecer relaciones con los demás, pero con pocas habilidades para llevarlo a cabo.
2. ¿Cuántos tipos de TEA existen?
Existen cinco tipos de TEA: Autismo, Síndrome de Asperger, Síndrome de Rett, Trastorno Desintegrativo Infantil (Heller) y finalmente el Trastorno Generalizado.
3. ¿Cuántas personas con diagnóstico TEA existe en el Perú?
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Según cifras del Ministerio de Salud del Perú (MINSA), en el Perú existe un aproximado de 15,625 personas con el diagnóstico de Trastorno del espectro Autista (TEA) y de esta población el 90.6% son menores de 11 años. Además, el 81% que recibe un tratamiento son varones.
4. ¿Cómo puede impactar el aislamiento social obligatorio en la conducta de los niños con este diagnóstico?
El impacto es significativo ya que muchos de ellos venían asistiendo a una o más terapias para reforzar las diferentes áreas de su desarrollo. Este corte puede limitar su evolución y generar un ligero o significativo retroceso. Asimismo, es importante mencionar que al presentar dificultades para adaptarse con facilidad a las circunstancias cambiantes y más aún cuando éstas son repentinas, genera en ellos niveles de ansiedad y frustración, las mismas que pueden manifestarse a través de conductas disruptivas en el hogar, y si ya las presentaban anteriormente pueden exhibirlas con mayor intensidad y frecuencia.
5. ¿Qué deben de hacer los padres y el resto de la familia de cara a un niño o adulto con TEA?
Primero es ser conscientes de las particularidades internas de cada miembro de la familia; por ejemplo, si son tolerantes, ansiosos, organizados o distraídos. El segundo es la familia en sí, que debe de ser un soporte funcional y beneficioso para sobrellevar esta situación. Combinar las características de cada uno para reforzar el trabajo colaborativo, el desarrollo de la motivación familiar y una mirada más asertiva son las bases para lidiar con las dificultades. Por ejemplo, pueden generar cronogramas para turnarse y cuidar a los hijos, para realizar los quehaceres del hogar, involucrando a los niños con y sin diagnóstico para favorecer su autonomía. Que todos los adultos mantengan las mismas estrategias, rutinas y modos de comunicación, de esta forma se les rinda mayor estabilidad. Adicionalmente, y gracias a las nuevas normas brindadas por el Ministerio del Interior, donde se autorizó realizar salidas de 15 minutos a niños y adultos con autismo, la familia puede programar las salidas en un horario donde el niño suele estar más ansioso.
6. ¿Cómo ayuda la tecnología en el día a día de los niños con el diagnostico TEA?
En la actualidad las TIC son parte de nuestra dinámica individual y social, de ahí parte la importancia de usarlo como una herramienta beneficiosa para cubrir ciertas necesidades de los niños con TEA. Las TIC son una fuente de información, pero también ofrecen elementos más flexibles para el proceso de enseñanza-aprendizaje y potenciar así los entornos interactivos. No obstante, es importante que vaya de la mano con una adecuada organización en el hogar.
Asimismo, las TIC también se puede ayudar a mejorar la comunicación verbal y no verbal, para identificar y entender las propias emociones y las de otros, así como para desarrollar sus capacidades. También, se puede generar grupos de interacción social con los compañeros del colegio, claro está siempre con la supervisión de los padres y siguiendo un horario específico.
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