Los temblores en el ojo o blefaroespasmos, casi nunca acarrean complicaciones y están asociadas, básicamente, al nerviosismo y el estrés. Lo normal es que esta reacción, muy común y totalmente normal, de los músculos que componen el párpado, desaparezca al cabo de unos pocos días sin necesidad de tratamiento específico.
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En la mayoría de casos, las palpitaciones en el ojo tienen su origen en situaciones de estrés, ansiedad, exceso de trabajo o falta de descanso u horas de sueño. Aunque también, un lagrimeo insuficiente del ojo o de baja calidad puede provocar que se irrite la córnea o la conjuntiva, y esto puede conducir a un temblor involuntario.
Pasar mucho tiempo frente al ordenador, el móvil, la tablet o los videojuegos, sino se realizan descansos suficientes y periódicos, favorece también la aparición de estos espasmos en los párpados.
Conociendo los detonantes de estas palpitaciones, lo que podemos hacer para evitar tenerlas es evitar las situaciones particularmente estresantes, practicar deporte con regularidad, dedicarle el tiempo necesario a nuestras aficiones y actividades relajantes, descansar más y dormir ocho horas, evitar la cafeína y la teína o, al menos, moderar su consumo.
¿Cuándo debo preocuparme?
‘Únicamente si se dan una o varias de circunstancias como que no se calman al cabo de una semana, o si el párpado se queda totalmente cerrado, tiene dificultad para abrir el párpado, o sufre de alguna inflamación, secreción o enrojecimiento del ojo’ indica Casaverde, ‘en estos casos es necesario acudir a un especialista cuanto antes, pues podría tratarse de un blefaroespasmo benigno esencial o de un espasmo hemifacial, que son dos enfermedades potencialmente peligrosas’.
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