Vanna Pedraglio
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Head coach en Vanna
Instagram: vannaped y sistema_vanna / Web: www.vanna.pe
Más de uno habrá escuchado hablar sobre el ayuno intermitente o cualquier otra forma de ayuno, y sus muchos beneficios para nuestra salud. Como siempre, antes de cambiar cualquier forma de comportamiento al habitual es importante informarse. Aunque ayunar por períodos cortos generalmente se considera seguro, hay ciertas personas que no deben intentar ayunar sin consultar previamente a un profesional médico. Por ejemplo, aquellas con enfermedades cardiacas o diabetes tipo 2, mujeres que estén intentando quedar embarazadas, mujeres embarazadas o en períodos de lactancia, personas con bajo índice de masa corporal, con algún trastorno de alimentación, con presión arterial baja o problemas con la regulación de la glucosa en la sangre, entre otras. Si ninguno de estos es tu caso, te comentaré por qué tomar en cuenta este método de alimentación puede ser beneficioso para tu salud.
Restringir el consumo de alimentos por diferentes períodos de tiempo se asocia a un estado de desintoxicación, a la longevidad, a la mejora de la energía. Asimismo, regula el hambre fisiológico y emocional, disminuyendo las emociones relacionadas a la ansiedad o recompensa a través de los alimentos.
¿Cuáles son las formas más conocidas y saludables para realizar ayuno? Como todo en esta vida, depende de cada uno. Tenemos el patrón 16:8, más conocido como el ayuno intermitente y el más fácil de hacer. Implica consumir alimentos en una ventana de ocho horas y ayunar por las otras 16 horas todos los días de la semana. Es ideal tomar la última comida por la noche al menos dos horas antes de acostarte. Esto se debe a que por la noche tu cuerpo necesita muy poca energía, ya que se encontrará en reposo. Además, durante la noche se realiza la reparación y desintoxicación general del organismo, por lo que la digestión debe ser ligera o casi nula. Esto evitará también la acumulación de grasa como reserva o la formación excesiva de radicales libres que nos envejecen. Está comprobado que por más que no comas de manera saludable al 100%, mientras tu ingesta se restringa a estas ocho horas, podrás revertir enfermedades metabólicas causadas en su mayoría por el constante consumo de alimentos procesados o de alto contenido calórico.
Otra manera de ayunar es restringir el consumo de alimentos sólidos por 24 horas y solo hidratarte con agua, té o café (sin azúcar, por supuesto).
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Si ninguna de estas dos formas va contigo y prefieres no restringir tus consumos de alimentos por tantas horas, podrías encontrar un balance con el patrón 5:2: en dos días de la semana consume cantidades mucho más pequeñas a las que acostumbras en tus comidas principales. Así, de alguna manera le darás un descanso a tu sistema digestivo.
Fuera de la pérdida de peso, es importante tomar en cuenta estos métodos porque cada vez nos estamos acostumbrando a comer más y más. Y nuestro organismo no esta diseñado para eso, venimos genéticamente de poblaciones que no siempre tuvieron alimentos tan a la mano como sucede ahora. La idea del ayuno es poder ayudar al cuerpo a encontrar un equilibrio natural y así volver a conectarnos con nuestro cuerpo, con nuestro hambre fisiológico y no olvidarnos de lo importante que es comer natural y saludable.
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