Por Milagros Agurto
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Muchos la conocen básicamente por el delicioso chicharrón, pero por mucho tiempo ha sido como ‘el patito feo de las carnes’. Se le adjudicaba tener un alto contenido de grasas, que podía ser peligrosa y provocar enfermedades parasitarias, aumentar el colesterol, que no era buena para los niños, mucho menos para quienes tenían hipertensión arterial, en fin… Podría escribir toda una página de aquellos mitos tan populares sobre la carne de cerdo y su mala reputación.
Sin embargo, desde hace muchos años, diversos estudios están demostrando todo lo contrario y están reivindicando a la carne de cerdo, que de patito feo ha pasado a ser un hermoso cisne por sus buenas propiedades nutricionales. Ahora resulta ser una alternativa de lo más saludable para la alimentación de todos.
Así que empezaré contándoles lo que docentes de las facultades de Ciencias Veterinarias y de Medicina de la Universidad de Buenos Aires han encontrado luego de estudiar e investigar concienzudamente esta carne.
– Es una carne baja en grasas totales y también en energía (calorías) respecto a las carnes de res y de ave. – Es una buena fuente de hierro y tiene bajo contenido de sodio. – También aporta minerales como el magnesio y el potasio (tan valorado en tratamientos para la hipertensión). – Tiene una buena concentración de vitaminas del complejo B (de la familia de las vitaminas hidrosolubles), como la tiamina (B1). Puede ser hasta diez veces en mayor cantidad que en la carne vacuna. – Las proteínas que aporta por ser de origen animal son de alto valor biológico, similares a las de las carnes de res y ave.
Estas son algunas de las razones por las que el cerdo es una carne de calidad y con grandes beneficios, más que apta para ser recomendada como parte de una alimentación saludable para la población en general e incluso para aquellas personas que estén en algún tratamiento de hipertensión arterial, obesidad y otras condiciones.
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Los investigadores encontraron que dadas sus características, la carne de cerdo es buena para la obesidad por su menor aporte de grasas totales y menor cantidad de energía o calorías. Además, puede tener el efecto de brindar saciedad. En las personas que han tenido una cirugía bariátrica puede resultar óptima.
Estas mismas características, la hacen buena para el tratamiento de la hipertensión, sumado al hecho que tiene bajo sodio y buen aporte de potasio, lo que genera una buena relación sodio- potasio para ayudar a mejorar la regulación del agua y los electrolitos.
Incluso, estos estudios hacen referencia a que por su aporte en selenio (recordemos que es un antioxidante) la carne de cerdo podría disminuir la incidencia y mortalidad de ciertos tipos de cáncer. Otro punto importante para esto es que el perfil lipídico, es decir, la calidad y cantidad de grasas que contiene, podría actuar como un factor protector en el desarrollo de la enfermedad.
Recomendaciones Cuestión de cocción: No solo debes considerar la calidad del alimento, en este caso, el corte de carne de cerdo que elegirás y quitarle la grasa visible antes de cocinar, sino también cuidar el tipo de cocción que utilizarás. De hecho, se recomienda preparar cerdo al horno, en estofados, guisos o cualquier preparación sin abusar de otras grasas, que pueden elevar el contenido calórico.
El tamaño sí importa: Aparte de la cuestión de calidad y cocción, también se debe considerar la cantidad. Por más que hayas cuidado la calidad del alimento y su preparación, si no cuidas la porción, poco o nada lograrás. 90 o 100 gramos de carne de cerdo pueden ser porciones de tamaño adecuado para una persona adulta con actividad promedio.
Para toda edad: Por sus características, la carne de cerdo puede ser consumida por todas las personas en todas las edades: niños, adultos mayores, madres lactando, en la gestación, quienes hacen deporte, etc. Lo que cambiará será el tamaño de la porción de acuerdo con las necesidades de cada persona.
Si vas a comer un delicioso chicharrón, pues deja que la carne pierda algo más de grasa y déjala en un papel absorbente. Eso ayudará a disminuir la cantidad de grasas y calorías.
Cifra 6,5 kilos de carne de cerdo al año consume en promedio un peruano, según el Ministerio de Agricultura. Para el 2021 se espera llegar a los 10 kilos.
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