Salud

‘El estigma psicológico del sobrepeso’, por Vanna Pedraglio

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Por Vanna PedraglioFundadora y head coach del Sistema Vanna

Los efectos del sobrepeso a nivel psicológico pueden ser tan dañinos como estar enfermos. En una sociedad que le da tanta importancia a la buena forma física, muchos pueden asociar estereotipos negativos al hecho de tener unos o varios kilos de más y hasta creer que una persona con exceso de peso puede ser hasta menos agradable.

Se tiene el concepto erróneo de que hacer que las personas se sientan culpables o avergonzadas por su sobrepeso los motivará a perderlo. La evidencia científica confirma lo contrario. Esa sensación de baja autoestima o falta de control personal juega completamente en contra de los hábitos saludables, los empuja a comer más y tender al abandono.

Cargar con el estigma del sobrepeso puede afectar de forma dramática la calidad de vida, pues la discrimación causa un daño psicológico importante y con el tiempo puede empeorar el problema. No lo pasemos por alto. Algunos de los problemas que trae son:

1.- Ansiedad y alimentación emocional. La discriminación o vergüenza causa estrés. En lugar de motivar a los afectados haciéndoles presente el problema, los estigmatiza y empeora la situación. Avergonzarse solo aísla. Se notará que la persona con sobrepeso no quiere participar de hábitos saludables, como la actividad física o la sociabilización. Este aislamiento en general lleva a comer con descontrol o buscar una recompensa inmediata a través de los alimentos.

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2.- Desarrollo de trastornos. Otro efecto nocivo puede llegar mas allá del aumento de peso constante, que ya de por sí es un asunto grave. De hecho, puede causar trastornos como la depresión, la reducción de autoestima y enfermedades crónicas como la resistencia a la insulina o diabetes, la amenorrea, ovarios poliquísticos o trastornos alimenticios como la bulimia y la anorexia.

3.- Sobrepeso crónico y poca autoestima. Ha habido estudios en personas de peso normal que, sometidas a discriminación por exceso de grasa corporal, experimentaron mayor probabilidad de caer en la obesidad en los siguientes años. El aumento de peso y grasa corporal va de la mano de un estrés psicológico, no es un problema físico netamente. La baja autoestima solo nos lleva a agravar la situación, no a querer mejorarla.

Por ello, para lograr incorporar hábitos de vida saludable que perduren en el tiempo, primero nuestra imagen personal y psicológica debe cambiar. Debemos estar en paz interna con nuestras emociones y con nuestro aspecto físico. Las personas que nos aman lo hacen por ser quienes somos, no por cómo nos vemos. Haz las paces contigo mismo. Este es el primer paso para buscar un cambio. Luego, decide cambiar por ti mismo, porque sabes que puedes lograr pequeñas metas diariamente para ser una mejor persona para ti. Nada es tan malo como a veces nos pinta la cabeza; sí, hay personas más delgadas que nosotros, como también las hay más bajitas, más altas, más fuertes, más graciosas o más serias. Todos somos distintos y únicos como huellas digitales. No te compares con una media que no existe más que en tu cabeza. Busca el cambio para sentirte con más energía, más alegre y con fe hacia la vida. Cada día es un regalo de una nueva oportunidad, entrégate lo mejor.

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