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Rocky es una tortuga marina que sobrevivió casi dos décadas sin su aleta frontal. La perdió tras ser envestido por una embarcación en Florida, y también sufrió daños en su coraza.
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El quelonio, de entre 25 y 30 años, no podía nadar muy bien debido a su discapacidad. Su historia conmovió a los colaboradores del acuario de Key West, quienes lo rescataron en 2001. Desde entonces comenzó a usar un dispositivo tipo chaleco salvavidas.
Todo estaba a punto de cambiar para Rocky. La entidad se contactó con Kevin Carroll, quien había creado una prótesis y le pidieron que lo ayudara a volver al mar. Él viajó desde Orlando para tomarle las medidas y comenzó a construir la prótesis con la ayuda de su equipo, en la prestigiosa Clínica Hanger.
El 15 de noviembre, Rocky fue llevado al agua en el acuario, donde nadó por primera vez con su aleta protésica. Aturdido al principio, no entendió lo que estaba sucediendo.
Estaba tan acostumbrado a nadar con su muñón que no se dio cuenta de que ahora tenía el uso de ambas aletas.
No le llevó mucho tiempo volver nadar y disfrutar del océano. Rocky salpicó, jugó e incluso logró que su amiga Nora entrara en la diversión. El clip se ha viralizado en YouTube.
A Nora, otra tortuga marina, también le falta una aleta, pero Carroll y su tripulación se apresuraron a decirle que ella sería la próxima en recibir una prótesis.
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“Encuentro que con las tortugas tienen una buena disposición para trabajar contigo. Si pudieran hablar, creo que estarían diciendo ‘hagamos esto’”, explicó Carroll.
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