El Internet está llena de historias que parecen desafiar toda lógica y razonamiento. Basta con conocer la historia de Raelin Scurry, una mujer originaria de Pittsburgh, Estados Unidos, que dio a luz a su hijo prematuro mientras se dirigía al hospital. ¿Lo impactante? Que el pequeño aún se encontraba dentro de saco amniótico.
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De acuerdo con la historia, Raelin despertó a su pareja, Ean Vanstory, porque estaba sintiendo demasiadas contracciones pero este pensó que se trataba de una falsa alarma porque sólo tenía 29 semanas. “Yo sólo conducía esquivando personas y encendiendo y apagando las luces del auto para llevar”. Scurry llamó al 911, pero antes de que la ayuda pudiera llegar, dio a luz al niño que todavía estaba en el saco lleno de agua.
Raelin, que trabaja en investigación médica, sabía que el bebé estaría a salvo en el saco. Pero se preocupó cuando no lo vio moverse . “Al principio él estaba muy quieto y podía ver su rostro a través del saco”. Cuando tocó el saco con el dedo, vio que el pequeño levantó sus manos y sus pies y cubrió su rostro. Raelin estaba aliviada.
Al llegar, los médicos rompieron el saco y el bebé comenzó a llorar de inmediato. Ambos fueron atendidos por los médicos e iniciaron un proceso de recuperación que terminó en una historia más que feliz para ambos y el resto de la familia. La mujer publicó una foto de Instagram del recién nacido.
“El cuerpo humano es realmente una cosa increíble. 8/05/2017 aproximadamente a las 10 a.m. comencé a tener contracciones. Solo tenía 29 semanas y 4 días, así que pensé que no podrían ser de parto. Decidí esperar pero después de unos 45 minutos de contracciones constantes que aumentaban en intensidad, supe que entraría en labor”, explicó en su publicación.
“Las contracciones continuaron y haciéndose más intensas y, antes de darme cuenta, supe que era hora de presionar. Llamé al 911 porque estaba muy asustada. No podían entenderme entre los gritos con contracciones. Así que le pasé el teléfono a mi prometido. Me quité los pantalones y bajé la mano, con la certeza de que tenía la cabeza allí. Empujé una vez y mi bebé salió. Cuando miré hacia abajo me di cuenta de que todavía estaba completamente envuelto en el saco amniótico”.
Prácticamente desde el inicio de la gestación se forma en el interior del útero materno una especie de bolsa hermética llena de líquido, que contiene y protege al feto; se conoce como saco amniótico o bolsa amniótica. Este saco protector generalmente se rompe en las primeras etapas del parto, lo que ocasiona que una mujer embarazada “rompa fuente”. Son muy extraños los casos de bebés que nacen en sacos amnióticos intactos y ocurren en 1 de cada 80,000 nacimientos, por lo general, durante cesárea.
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“La operadora nos dijo que esperáramos ahí a los servicios de emergencia pero sabía que llegaríamos al hospital antes que ellos. Estaba tan asustada. Pasaron unos 7 minutos y tuve a este bebé milagroso en mis manos hasta que llegamos al hospital. Él era 3lb 1oz. Él está haciendo cosas maravillosas considerando todo lo que pasó. ¡Sé que va a ser un hombrecito increíble! él es verdaderamente un bebé milagro. Estamos muy bendecidos de ser sus padres”.
La recuperación
Fuente Nueva Mujer
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