Harriet, una perrita de tres años, vivía en un matadero en Corea del Sur. Cuando Human Society of Tampa Bay una protectora estadounidense de animales la encontró, la canina estaba en una pequeña jaula que no le permitía acostarse.
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La organización animalista le dio los cuidados necesarios para que Harriet se recuperara, acomodaron su habitación (con una cama) para que ella reposara. A pesar de ello, la perrita no se acostaba. Se había acostumbrado a dormir parada.
Según informó Europepress, un voluntario de la asociación tuvo que enseñarle a echarse. Harriet aún sigue en el albergue, ya que necesita un periodo de recuperación antes de poder ser adoptada.
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