Un verdadero milagro el ocurrido en un Viena, Austria, luego que un vuelo de la aerolínea Austrian Airlines, debiera aterrizar de emergencia este domingo 9 de junio, debido a que una fuerte tormenta de granizo impactó seriamente la aeronave que le produjo grietas en las ventanas delanteras y además, rompiera gran parte del cono de la nariz.
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El avión sobreviviente fue un Airbus SE A320, de 23 años, máquina aérea que desempeñaba el vuelo OS434, procedente de Palma de Mallorca, España. En él viajaban 173 pasajeros y seis tripulantes y según información oficial de la empresa aérea, no se lamentaron víctimas fatales ni heridos.
Declaraciones de la aerolínea y testigo
“El avión quedó atrapado en una tormenta durante su aproximación a Viena, que según la tripulación de cabina no era visible en el radar meteorológico. Según la información actual, las dos ventanas delanteras de la cabina del avión, el morro del avión, el radar meteorológico y algunos paneles resultaron dañados por el granizo”, informó Austrian Airlines, a la cadena ABC News.
Por su parte, Emmeley Oakley, una pasajera del vuelo, explicó a la división de la red de televisión y radio estadounidense citada, comentó: “creo que estábamos a unos 20 minutos del aterrizaje cuando nos encontramos con una nube de granizo y tormenta eléctrica, y comenzó la turbulencia. Definitivamente pudimos sentir el granizo cayendo sobre el avión y fue bastante fuerte y, a veces, súper rocoso durante un minuto. Fue un vuelo sin incidentes durante el 90% del viaje y los pilotos realmente hicieron un trabajo excelente manteniendo todo lo más suave y seguro posible”.
El reciente incidente, que satisfactoriamente no dejó dejó muertes que lamentar, se origina un mes después de lo ocurrido en el vuelo SQ321, de Singapore Airlines, cuando un pasajero murió y más de 70 resultaron heridos después de que el avión sufriera graves turbulencias.
