Paulo Roberto Braga, de 68 años, es sin duda en estos momentos, uno de los hombres más famosos del mundo. Y no por un motivo sano, sino que por uno macabro. Su sobrina lo llevó fallecido a un banco, para que firmara un préstamo que había sido aprobado a su nombre.
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El hombre vivió en Vila Aliança, en Río de Janeiro, durante al menos 30 años, según noticias de CBN. Amigos del barrio contaron que vivía solo en una casa sencilla, de esas comunes en los pueblos de esta ciudad de Brasil, y no tenía esposa ni hijos.
Fue retratado como un hombre sencillo y humilde al que le gustaba sentarse a la mesa de billar en uno de los bares del pueblo y observar a la gente moverse por la calle. Uno de los vecinos dijo que vio a Paulo el día antes de su muerte, en la calle donde vivía y se veía bien, incluso intercambió palabras con él diciendo que se estaba ‘tomando las cosas con calma’ cuando le preguntaron por su salud.
“Era sencillo, no tenía complicaciones, era un tipo corriente, normal. Reparaba jaulas y tomaba biricutico (trago local), no le gustaba la cerveza, tomaba cachaza en vaso desechable”, dijo.
¿Muerte en el banco?
La muerte de Paulo ha sido investigada por la Policía Civil, que acusó a su sobrina, Erika de Souza Vieira Nunes, de 42 años, de intento de robo mediante fraude y difamación de un cadáver.
Las imágenes grabadas dentro del banco muestran al “tío Paulo” inconsciente en una silla de ruedas, mientras Erika sostenía su cabeza y le pedía que firmara el documento para obtener un préstamo de 17.000 reales, pero a pesar de la insistencia de su sobrina, él no reaccionó.
“Tío Paulo, ¿estás escuchando? Necesitas firmar. Si no firmas, no hay manera. No puedo firmar por ti, tienes que ser tú. Lo que puedo hacer, lo hago”, dijo Érika en el video.
Ante la inacción de Paulo, se llamó al Servicio Móvil de Atención de Emergencias (Samu) y se constató que el anciano ya estaba muerto y, por el color de su piel, llevaba muerto al menos dos horas.