A partir de este mes, la primera píldora anticonceptiva que es de venta libre ya está disponible en las droguerias de Estados Unidos. Esto representa un avance significativo en la prevención de embarazos no deseados ya que esto permitirá a las mujeres y adolescentes estadounidenses pueden adquirir la pastilla con la misma facilidad con que compran aspirinas.
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Este lunes, el fabricante Perrigo comunicó que el farmaco ya se ha empezado a distribuir en tiendas minoristas y farmacias. Un suministro para un mes costará unos 20 dólares, mientras que uno para tres meses, unos 50 dólares, según el precio de venta al público sugerido por la empresa. También se venderá por internet.
¿Cómo se llama la pílodora anticonceptiva de venta libre?
El nombre de la píldora es Opill, y es un tipo de anticonceptivo más antiguo, a veces denominado minipíldora, que contiene una sola hormona sintética, la progestina, y suele tener menos efectos secundarios que las píldoras combinadas de estrógeno y progestina, que son más comunes.
El lanzamiento ha sido objeto de gran atención desde el pasado mes de julio, cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) declaró que Opill, que se toma una vez al día, podía venderse sin receta. Perrigo, con sede en Irlanda, señaló que no habrá restricciones de edad para su venta, como ocurre con otros medicamentos de venta libre.
Esta aprobación ofrece una opción anticonceptiva a las mujeres de Estados Unidos, que se encuentra en medio de debates y batallas legales y políticas sobre la salud reproductiva, incluida la revocación del fallo de Roe vs. Wade, que ha trastocado el acceso al aborto en todo el país, ya que Opill no está relacionada de forma directa con al no tratarse, por ejemplo, de la píldora abortiva mifepristona. Y los grupos antiabortistas han subrayado en general que no se oponen a los anticonceptivos para evitar embarazos.
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Las píldoras anticonceptivas pueden adquirirse sin receta en gran parte de América del Sur, Asia y África.
La doctora Verda Hicks, presidenta del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, afirmó en un comunicado que los estudios han demostrado que las pacientes, incluidas las adolescentes, pueden autoevaluarse eficazmente para utilizar las píldoras.