Este 13 de noviembre se conmemoran 38 años de la erupción del volcán Nevado del Ruiz que causó el fallecimiento de más de 25 mil personas y miles de heridos. Luego de la eventualidad, las autoridades en el país comenzaron a fortalecerse en el monitoreo volcánico y la gestión del riesgo de desastres.
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La tragedia de Armero es el mayor desastre que se ha presentado en Colombia y la cual representó la segunda erupción volcánica con más muertes del siglo XX. Con la finalidad de que algo así no vuelva a presentarse nunca más en el país, el Servicio Geológico Colombiano, la cual es la entidad encargada de monitorear la actividad volcánica en el país, hicieron una lista de varias enseñanzas que dejó esta tragedia en el país.
Las tragedias como la de Armero se pueden evitar
Según el SGC, predecir una erupción volcánica no es posible pero sí es posible la preparación para salvar vidas. Como ejemplo se expone la erupción del volcán Nevado del Huila, que ocurrió en el 2007, en esa ocasión se generaron fluidos de lodo mucho más voluminosos que los de la tragedia de 1985, fue gracias a la reacción oportuna de las autoridades que se protegió la vida de cientos de personas.
Las autoridades del territorio deben estar al tanto de la información geocientífica
Entre las principales responsabilidades de las administraciones locales está en estar pendientes en la información de las autoridades medioambientales para así mismo tomar decisiones para la prevención o reducción del riesgo.
El Servicio Geológico Colombiano ha desarrollado 14 mapas de amenza volcánica en diferentes lugares del país, que muestran las zonas que podrían resultar afectadas por los productos de una erupción.
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Los países deben contar con sistemas de monitoreo volcánico
Con el apoyo de Estados Unidos se implementó un sistema de monitoreo en tiempo real que emite información tanto a las autoridades encargadas de la gestión del riesgo volcánico como a la población en general.
Consolidar una cultura volcánica en el país
Debido a su ubicación, Colombia es un país de volcanes. A lo largo de la cordillera Central, desde el departamento de Nariño y hasta Caldas, se extienden cerca de 50 estructuras volcánicas de las cuales la mitad están activas.
