¿Estamos solos en el universo? Es la pregunta que millones de personas en el mundo se hacen a diario y sigue cobrando mayor fuerza con la aparición, cada vez más frecuente, de luces y objetos misteriosos en el firmamento. El Perú tampoco es ajeno a este tema, que incluso creó una departamento especial para recibir información sobre avistamientos de posibles naves extraterrestres.
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Recientemente, la NASA efectuó su primera reunión pública sobre “fenómenos anómalos no identificados”, llamados popularmente como ovnis (objeto volador no identificado), en el que los expertos solicitaron aplicar un método de verificación más exhaustivo con el fin de dar a conocer el origen de numerosos elementos extraños en el cielo.
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Los estudios de la agencia espacial han sorprendido porque es la primera vez que investiga estos fenómenos inexplicables en la Tierra, ya que tiempo atrás su posición era la de “desacreditar”dichas apariciones, aumentando la búsqueda de vida en otros planetas por parte de otros interesados.
Aunque los científicos señalaron que no existe un dato explícito que haga presumir una conexión entre los objetos voladores y la vida extraterrestre, las investigaciones continúan para determinar el origen de estos “platillos voladores” y si provienen de otras galaxias.
Ovnis en Perú
Un reporte de la BBC señala que el gobierno del Perú reabrió el Departamento de Investigación de Fenómenos Aéreos Anómalos (DIFAA), a cargo de la propia Fuerza Aérea del Perú (FAP), en 2014. La misma se encargaría de analizar cualquier fenómeno, “cuyo vuelo sea ilícito, anómalo y cuya naturaleza no sea identificable”.
De hecho, la apertura de este departamento, menciona la reseña, se dio luego de que, supuestamente, el presidente Alberto Fujimori se encontraba de pesca en el río Amazonas cuando repentinamente una esfera luminosa salió del afluente. Después de lo sucedido, lo mantuvieron en secreto.
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La mayoría de las alertas que recibe el DIFAA, por medio de testigos, tratan sobre señales inusuales en el cielo que son explicables. Como el que sucedió el 27 de febrero de 2019, cuando la oficina detectó dos objetos voladores no identificados sobre el mar, a cinco millas náuticas, cerca de la isla de San Lorenzo.
“Fueron dos objetos, donde hubo una confirmación de la lectura de la pantalla del radar y efectivamente esto valida la aparición de estos dos objetos. El caso se encuentra en investigación desde un comienzo”, comunicó en ese entonces un miembro de la FAP.
