VALÈNCIA, 9 (EUROPA PRESS)
PUBLICIDAD
La obra retrata cómo "en el país más peligroso para ser periodista y activista hay mujeres que se enfrentan al creciente poder político de la delincuencia organizada y una de ellas es Lydia Cacho, quien desafía en México a políticos, mafiosos, pederastas y feminicidas", destaca la sala del Cabanyal-Canyamelar en un comunicado.
La pieza sube a las tablas la biografía de Lydia Cacho, 'Memorias de una infamia'. José Martret asume la dirección del texto, interpretado por la actriz Marina Salas, que recientemente visitó el Teatre El Musical como parte del elenco del montaje 'Los farsantes', de Pablo Remón.
Lydia Cacho fue secuestrada y torturada por la policía mexicana en 2005 por publicar un libro en el que denunciaba una red de pederastia en la que estaban implicados importantísimos empresarios y políticos de su país. Este hecho dejó una vez más "al descubierto la corrupción institucional que se vive en México y que a día de hoy sigue totalmente vigente. Tan solo en el mes de enero de 2022 tres periodistas fueron asesinados, tres más que se suman a los 145 ya ajusticiados desde el año 2000", denuncia Martret, quien considera necesario que la historia de su autora se reivindique y denuncie desde el escenario.
"Ser periodista o defensor de los derechos humanos en este país son dos de las profesiones más peligrosas, y ni tan siquiera el presidente de la República es capaz de protegerlos", añade.
En el escenario se combina la narrativa teatral y la cinematográfica. Una cámara sigue en todo momento a la protagonista ofreciendo al espectador un primer plano, para que de forma inmersiva pueda bucear en el aspecto psicológico y emocional que propone la acción. Gracias a la pantalla, conoceremos a Lydia a través de una narrativa visual inscrita en el documental y, al mismo tiempo, podremos revivir su secuestro en un plano más audiovisual.
PUBLICIDAD
"BATALLAS POR DEFENDER LA VERDAD"
"Esta pieza teatral es un recordatorio de la importancia de la solidaridad, del amor, de las batallas por defender la verdad, la vida y la inocencia infantil. Yo sané la tortura hace muchos años, aunque aun tengo secuelas físicas ya no hay emocionales. Soy una sobreviviente orgullosa de poder contar mi batalla contra la corrupción", valora Lydia Cacho.
Y añade: "Creo que logramos que la gente salga movilizada, sensibilizada sobre la importancia de seguir luchando por la justicia en el mundo y el combate contra la explotación sexual de niñas. Mucha gente nos dice al salir de la obra que la historia es sobrecogedora y a la vez llena de esperanza y magia. Yo creo que hay mucha más gente buena en el mundo que aquellos que eligen hacer el mal, recordarlo en estos tiempos aciagos es importante".