SALT LAKE CITY (AP) — Los clubes en los que Nikola Jokic estaría a punto de ingresar son sumamente exclusivos.
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Si es nombrado el Jugador Más Valioso por tercera temporada consecutiva, se incorporaría a una elite a la que sólo pertenecen Bill Russell, Wilt Chamberlain y Larry Bird. Y si promedia un triple doble en toda la campaña, sólo le haría compañía a Oscar Robertson y Russell Westbrook.
Jokic dice que a él no le importa sumarse a esas listas. Pero de todos modos podría ocurrir.
Los Nuggets de Denver son el mejor equipo en la Conferencia Oeste, y Jokic es la razón principal. El serbio de 28 años ha sido el mejor jugador de la liga en los últimos dos años.
Y una vez transcurrida la mitad de la campaña, parece de nuevo el más destacado.
“No puedo mentir”, dijo el base de Cleveland, Donovan Mitchell. “No sé si todos ustedes han mirado lo que hace Jokic. Es... demencial, para ser sincero. No sé cuántas personas han ganado esto tres veces seguidas. Definitivamente siento que estoy en esa conversación ahora también, pero él es ahora como de otro mundo”.
Los números de Jokic: 24,7 puntos, 11,5 rebotes y 10,1 asistencias por encuentro. Ha atinado el 63% de sus disparos de campo, incluido el 39% de sus triples.
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Semejantes estadísticas no tienen precedente. Algunos jugadores han conseguido más puntos, más asistencias, mas rebotes o han tenido mejor puntería. Pero nadie ha compilado simultáneamente todos esos promedios y porcentajes en una misma campaña —mucho menos un pívot.
Westbrook es base, la misma posición en la que se desempeñaba Robertson. En los años en que promediaron triples dobles, cuatro para Westbrook y uno para Robertson, no atinaron más de 48% de sus disparos.
Jokic está acertando casi dos de cada tres tiros que intenta, y eso que es él el blanco principal de la labor defensiva de cualquier rival de Denver.
“Simplemente creo que él juega a su propio ritmo”, opinó Pascal Siakam, de Toronto. “Uno no puede realmente impedir lo que él hace... Hace lo que quiere, con su capacidad de pase, su enceste. Es muy inteligente en la cancha”.
Los Nuggets tienen cinco juegos de ventaja sobre Memphis —a Denver le restan 23 partidos y a los Grizzlies 25— en la lucha por la cima de la Conferencia Oeste. Denver está en camino de asegurar el primer puesto de la conferencia, que otorga la ventaja de local al menos durante las tres primeras rondas de los playoffs.
Y esa ventaja sería relevante, dado que la foja de 27-4 de Denver en casa es la mejor en la NBA. Evidentemente, a los equipos no les gusta jugar a 1.609 metros (5.280 pies) sobre el nivel del mar.
Tampoco pueden igualar la forma en que Jokic piensa. Su cerebro viene estando a 1.611 metros (5.287 pies) sobre el nivel del mar.
El astro balcánico ha jugado 51 partidos. Los Nuggets tienen una foja de 38-13 en esos duelos y una de 3-5 cuando se ha ausentado.
Se preguntó al entrenador de Denver, Michael Malone, cómo colocaría en una gráfica las principales virtudes de Jokic.
“Condiciones atléticas, 1%. Yo comenzaría por eso”, respondió. “Luego diría que las grandes piezas de ese pastel serbio son coeficiente intelectual y generosidad, la capacidad de hacer que mejore cada uno de sus compañeros. Lo que me maravilla, tras dirigir a Nikola durante ocho años... es la consistencia para ser grande. Hay muchos grandes jugadores en la liga, pero para Nikola, ganar el premio al Más Valioso, conseguirlo otra vez y ahora tener una campaña incluso mejor... habla de que es tremendamente constante”.