La muerte de nueve personas en Guinea Ecuatorial (África Occidental) por la enfermedad del virus de Marburgo (EVM), similar al ébola, mantiene atenta a las autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que anunciaron los casos el 13 de febrero pasado. Este virus debe su nombre a que se identificó por vez primera en 1967 por brotes simultáneos en Marburgo y Frankfurt (Alemania), donde trabajadores de laboratorio se infectaron en la investigación de monos de Uganda.
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El huésped natural del virus es el murciélago de la fruta, cuyo nombre científico es Rousettus aegyptiacus.
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La letalidad está en torno al 50%, pero durante los últimos brotes, estas tasas han oscilado entre el 24% y el 88% en función de la cepa vírica y del tratamiento de los casos, señala la OMS en su página web. Desde el punto de vista clínico, la OMS dice que puede ser difícil distinguir este virus de otras enfermedades infecciosas como el paludismo, la fiebre tifoidea o la meningitis, entre otras.
Síntomas del virus de Marburgo
Entre la infección y la aparición de los síntomas hay un lapso que oscila entre 2 y 21 días, señala la OMS, que indica:
- Fiebre elevada
- Cefalea intensa
- Gran malestar
- Dolores musculares frecuentes
- Diarrea acuosa intensa
- Dolor y cólicos abdominales
- Náuseas y vómitos
- La diarrea puede persistir una semana. “En esta fase se ha descrito que los pacientes presentan ‘aspecto de fantasma’ debido al hundimiento de los ojos, la inexpresividad facial y el letargo extremo”, señala la OMS.
Cómo se contagia
La transmisión del virus de Marburgo se produce entre personas por:
- Contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre.
- Secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas
- Contacto con superficies y materiales contaminados con dichos líquidos, como ropa personal o de cama.
Hasta el momento no se han autorizado tratamientos ni vacunas y solo se aplica tratamiento para los síntomas.
