PHOENIX (AP) — Cuando se trata de Britain Covey, nada es lo que parece. Su talla no encaja con el prototipo de un jugador de fútbol americano profesional. Su apellido es más conocido en las librerías que en el emparrillado y su camino hasta el Super Bowl es como el de ningún otro.
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De los suburbios de Provo, Utah, ha llegado hasta el Super Bowl con una escala de dos años como misionero mormón en Chile, donde aprendió a ver el mundo de otra forma. ¡Ah!, y también español.
“Como pueden escuchar, no aprendí tan bien, pero me encanta hablarlo”, dijo el regresador de patadas de los Eagles. “Me encantó el tiempo que pasé allá. Me encanta la gente de América del Sur. Mi corazón está allá. Siempre le digo a mi esposa, ‘me siento latino, me siento latino’. Desearía ser latino”.
Esa es, en realidad, la única cosa que Covey no puede ser. Para casi todo lo demás ha demostrado que no hay límites.
Llegó como novato a la NFL con 25 años, fue segundo en toda la liga en regresos de despeje con 33 y el domingo estará disputando el Super Bowl. Y lo hizo todo con una talla oficial de 1,73 metros y 78 kilogramos, cifras que a la vista de cualquiera podrían parecer generosas.
“Como puedes ver, no parezco jugador de NFL. Soy el más pequeño de todo el equipo y ha sido así desde que era pequeño. No es extraño para mí que otras personas me vean y digan ‘¿eres jugador o eres un entrenador o algo así?’", contó durante una sesión de prensa de los campeones de la Conferencia Nacional. “Desde que era joven he tenido que trabajar muy fuerte y diligentemente, aun más que otras personas, creo, porque soy más pequeño.
“Por eso tengo que ser... ¿cómo se dice? Duro”, dijo después de ser traicionado brevemente por su segundo idioma.
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Para su fortuna, tiene muchas fuentes de inspiración.
Su abuelo William Covey escribió el best-seller “Los Siete hábitos de la gente altamente efectiva”, del cual se han vendido más de 20 millones de ejemplares a nivel mundial. Covey ha tomado algunas de sus enseñanzas y las aplicado con éxito en todos los aspectos de su vida.
“Hay una cita de él que dice ‘tienes que enfocarte en tus fortalezas y tienes que organizarte para que tus debilidades no sean importantes’ y así voy por mi vida”, señaló. “Porque mis debilidades, mi tamaño, no son importantes, porque soy rápido, y voy a enfocarme en las cosas que me hacen especial”.
Especial es una buena palabra para describir la aventura de Covey, quien está a unos días de debutar como papá y necesita de un triunfo más para consagrarse campeón del Super Bowl. Si fuera a pedir algo sería que las dos cosas no ocurran el mismo día.
“Viene toda mi familia desde Utah. Mi esposa tiene ocho meses de embarazo de nuestro primer hijo. Ojalá no tenga el bebé durante el partido”, dijo con una carcajada.
Covey no es el único en esa situación. La esposa del centro de los Eagles Jason Kelce también se encuentra en las semanas finales de su embarazo y estará en el State Farm Stadium acompañada de su ginecólogo.
“Voy a hablar con mi esposa y le voy a decir que tiene que estar siempre al lado de la de Kelce por si acaso”.