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AP EXPLICA: ¿Cómo funcionará el embargo al diésel ruso?

FRANCFORT, Alemania (AP) — La Unión Europea está tomando otra medida de gran alcance para cortar sus vínculos energéticos con Rusia. El bloque está prohibiendo los refinados rusos del petróleo como el diésel y uniéndose a Estados Unidos y otros aliados en imponer un tope al precio a las ventas a países no occidentales.

La prohibición de la UE entró en vigor el domingo, luego de su embargo al carbón y a la mayor parte del crudo proveniente de Rusia. Con la medida se pretenden recortar aún más la dependencia de la energía rusa y los pagos al Kremlin con los que financia la guerra, en un momento en que se acerca el aniversario de la invasión a Ucrania.

Las sanciones energéticas más recientes tienen riesgos: los precios del diésel ya se han incrementado desde que comenzó el conflicto el 24 de febrero, y hay incertidumbre en torno a cómo el embargo de la UE y el tope de precios acordado por el Grupo de los Siete afectará el mercado de un combustible crucial para la economía global.

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La mayor parte de las cosas que la gente compra o come son transportadas en un momento dado por camiones, que en su mayoría funcionan con diésel. También se utiliza para operar equipo agrícola, autobuses municipales y equipo industrial. El hecho de que el diésel haya subido de precio se toma en cuenta al fijar el precio de casi cualquier cosa, lo que ha ayudado a azuzar la inflación, la cual le está dificultando la vida a la gente en todo el mundo.

Las compañías ya sienten el daño. “Estamos perdiendo dinero para proporcionar nuestros servicios”, dijo Hans-Dieter Sedelmeier de Rast Reisen, una empresa alemana de operación familiar dedicada a los viajes y el manejo de autobuses.

A continuación presentamos hechos clave acerca de las sanciones a los productos rusos derivados del petróleo:

¿CÓMO FUNCIONARÁN EL EMBARGO Y EL TOPE DE PRECIOS?

Los importadores europeos han tenido meses desde que se anunció la prohibición en junio para disponer de nuevos suministros. Para diciembre ya habían recortado a 27% la participación de Rusia en las importaciones de la UE, luego de que antes de la guerra era de más del 50%.

Los proveedores estadounidenses han incrementado los envíos a niveles récord, de 34.000 barriles diarios al comenzar 2022 a 237.000 barriles al día hasta ahora en enero, según la empresa S&P Global.

La nueva capacidad de refinerías que se prevé este año en Kuwait y Arabia Saudí y el año próximo en Omán también podría ayudar. La India es otra fuente potencial.

Por su parte, Rusia tendría que hallar nuevos clientes.

El tope de precios desempeña un papel crucial en el embargo: está diseñado para impedir que el diésel ruso desaparezca del mercado global y a la vez provocar un incremento en su precio para todos los clientes. Al mismo tiempo, se recortarían los ingresos que mantienen operando a las fuerzas armadas de Moscú.

El tope es aplicable porque les prohíbe a las compañías occidentales —que en gran medida controlan el transporte marítimo y los seguros— el manejar diésel a precios por encima del límite en envíos a países como China y la India. Es posible evadirlo, pero para ello se requiere contratar un seguro alterno u organizar una flotilla de buques tanque que estén fuera de los registros contables.

El tope fue establecido en 100 dólares por barril de diésel y otros productos fabricados a partir del crudo, tales como el combustible de aviación, en un acuerdo alcanzado por los países del G-7 —Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Canadá, Francia, Alemania e Italia— más la UE y Australia.

El límite en los precios es de 45 dólares por barril para otros productos hechos a partir del crudo pero que se cotizan por debajo del precio del petróleo, tales como el combustóleo, utilizado en las calderas de estaciones generadoras de energía y en la industria.

¿QUÉ OCURRIRÁ CON LOS PRECIOS DEL DIÉSEL?

Si el tope funciona según se prevé, los flujos globales de diésel deberían reacomodarse: Europa hallaría nuevos proveedores y Moscú encontraría nuevos clientes para su diésel, sin que haya una pérdida grande en el suministro.

En la práctica, los mercados tendrán que ajustarse, y podría haber un breve aumento de precios. Por una parte, los buques tanques tendrían que efectuar un recorrido más largo a Europa desde Estados Unidos, el Medio Oriente y la India que desde los puertos de Rusia en el Mar Báltico, lo que generaría presiones sobre la capacidad de transporte marítimo.

“Cuando las exportaciones rusas se vean restringidas, sea cual sea la razón, eso desde luego provocaría ciertos problemas en todo este proceso de reacomodo”, dijo Hedi Grati, directora de combustibles e investigación de refinado para Europa en S&P Global Commodity Insights, una empresa que proporciona información energética y de materias primas. “Europa estaría compitiendo con otros grandes importadores, y eso provocaría una presión alcista sobre los precios”.

¿QUÉ LOGRARÁ EL TOPE DE PRECIOS?

La esperanza es reproducir el efecto del tope de 60 dólares por barril de crudo ruso que Occidente le impuso. Rusia ha dicho que no venderá petróleo a los países que respeten ese límite, pero el tope y la caída en la demanda debido a una economía mundial en desaceleración han significado que clientes en China, la India y otras partes pueden adquirir petróleo ruso con fuertes descuentos, lo que afecta los ingresos del Kremlin.

La meta es la misma con el tope al diésel: “Probablemente a Rusia se le dificultará más hallar nuevos compradores de su diésel de lo que le fue para su crudo, y se verá obligada a aceptar conceder descuentos cuando los encuentre”, dijo Simone Tagliapietra, experto en políticas energéticas en el centro de investigación Bruegel en Bruselas.

Una vez que hayan sido implementados, los topes podrían ser endurecidos para incrementar la presión sobre Moscú.

¿QUÉ PASARÁ SI EL DIÉSEL SE VUELVE MÁS CARO?

Los precios de los combustibles han sido un factor de peso en la dolorosa inflación en Europa, la cual le ha quitado poder adquisitivo a los consumidores y ha desacelerado la economía.

Rast Reisen, la compañía de autobuses y viajes cercana a Friburgo de Brisgovia en el suroeste de Alemania, ha visto el precio del diésel incrementarse de 12%-15% de los costos a 20%-25%.

Debido a que 15 de sus 25 autobuses forman parte de la red regional de transporte público, la empresa no puede subir las tarifas automáticamente, y hasta ahora los incrementos autorizados por el gobierno son “una gotita sobre una piedra caliente”, dijo Sedelmeier, director gerente de transporte público.

Rast Reisen tuvo que añadir un recargo de entre 10 y 15 euros (11 a 16 dólares) a los viajes a destinos populares como la isla de Sylt en el norte de Alemania o la costa de Croacia porque los precios subieron después de que los catálogos ya habían sido impresos. El año próximo, los precios de los viajes simplemente subirán.

Los precios del diésel en las gasolinerías han oscilado de 1,66 euros por litro (6,43 dólares el galón) a 2,14 euros por litro (8,29 dólares el galón) en el transcurso de un año.

“Ese es un incremento gigantesco”, dijo Christopher Schuldes, perteneciente a la tercera generación de su familia en operar la compañía alemana de camiones Schuldes Spedition.

La empresa tiene 27 camiones que funcionan con diésel y 50 empleados en el pequeño poblado de Alsbach-Haehnlein entre Francfort y Heidelberg, en el suroeste de Alemania. Ya ha recortado los costos del combustible al equipar los camiones con motores más eficientes, asegurarse de que los camiones parten totalmente cargados y entrenar a los empleados a reducir el consumo de combustible al conducir.

“Hicimos todo eso hace mucho tiempo, mucho antes de que Rusia invadiera Ucrania”, declaró Schuldes. “No hay más margen para la optimización”.

Para mitigar los costos adicionales en el diésel, la compañía intentó negociar precios más elevados con clientes que tienen contratos a largo plazo. Algunos accedieron, otros no. E incluso si un contrato permite que los precios suban en consonancia con los costos del diésel, hay un desfase de dos meses.

Con respecto al embargo, “estoy indeciso acerca de él”, señaló Schuldes. “Tengo que ver que la compañía esté sana, y que nuestras compras sean lo más económicas posibles. Por otro lado —a nivel personal— digo que Rusia no debe ser respaldada”.

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