El balance de muertos a causa del terremoto de magnitud 7.8, registrado este lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, ascendió a más de 2 mil 300, según datos facilitados por las autoridades de ambos países y los ‘cascos blancos’.
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El vicepresidente turco, Fuad Oktay, indicó que al menos 284 personas han muerto y miles han resultado heridas a causa del sismo y ha especificado que los datos corresponden al recuento de daños en diez provincias del país, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
El gobernador de la provincia de Kahramanmaras, Omer Faruk Coskun, subrayó que “no es posible dar un número exacto de muertos y heridos en estos momentos” y añadió que “los daños son graves”. El sismo tuvo su epicentro en el distrito de Pazarcik, situado en esta provincia.
En esta línea, el alcalde de Kahramanmaras, Hayrettin Gungor, reconoció que la situación es un “desastre” y añadió que las autoridades “están sobre el terreno con todas sus capacidades”. “Nuestra petición a los ciudadanos es que no se agolpen y no alteren el tráfico. Necesitamos ayudar a los equipos (de búsqueda y rescate)”, argumentó
Por su parte, el ministro del Interior, Suleyman Soylu, indicó en una rueda de prensa que el Gobierno turco ha declarado el nivel más alto de alarma, que incluye la solicitud de ayuda internacional, y envió numerosos equipos de búsqueda y rescate a las zonas del terremoto.
El presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, transmitió sus “mejores deseos” a todos los ciudadanos que se han “visto afectados por el terremoto (...) y que se ha sentido en muchas partes” del país. “También coordinamos las obras iniciadas después del terremoto. Esperamos superar este desastre juntos lo antes posible y con el menor daño posible, y continuamos con nuestro trabajo”, ha indicado en su perfil de Twitter.
El terremoto dejó además cerca de 240 muertos en las zonas de Siria controladas por las autoridades, según datos del Ministerio de Sanidad sirio, que ha apuntado que cerca de 640 personas han resultado heridas. La mayoría de las víctimas residen en las provincias de Latakia, Alepo, Hama y Tartus.
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Ante la situación, el Ministerio de Defensa sirio anunció la movilización de todas sus unidades e instituciones para dar ayuda a los damnificados, según un comunicado recogido por la agencia estatal siria de noticias, SANA. El presidente del país, Bashar al Assad, encabezó demás una reunión de emergencia del Gobierno para analizar la situación.
A estas cifras hay que sumar cerca de 150 muertos y más de 340 heridos en las zonas controladas por los rebeldes en las provincias de Idlib y Alepo, en el noroeste del país árabe, según indicó la Defensa Civil de Siria, conocidos como ‘cascos blancos’, a través de su cuenta en Twitter, donde ha lamentado “la catástrofe y la devastación” causada por el seísmo.
“El terremoto en el noroeste de Siria ha causado 147 muertos y ha herido a más de 340. El balance podría aumentar ya que muchas familias están aún atrapadas. Nuestros equipos están sobre el terreno buscando supervivientes y retirando a los muertos de entre los escombros”, ha señalado. “Casas, edificios y áreas residenciales completamente destruidas. Se necesita apoyo urgente para los esfuerzos de respuesta”, ha manifestado.