MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
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La Embajada china en Manila ha afirmado en un comunicado que "es de esperar" que Filipinas "se mantenga vigilante" y "se resista a ser aprovechada y arrastrada a aguas turbulentas", trayendo al presente el acuerdo firmado el miércoles entre el Gobierno estadounidense y el filipino.
Así, ha afirmado que China siempre ha defendido que la cooperación de defensa y seguridad entre países debería favorecer a la paz y no apuntar contra un tercero, como haría el nuevo acuerdo militar firmado por Filipinas y Estados Unidos.
"Estados Unidos, por su propio interés y su mentalidad (...) sigue intensificando su postura militar en esta región. Sus acciones aumentan la tensión regional y socavan la paz y la estabilidad de la región", se lee en la misiva de la Embajada de China en Filipinas.
Así, la representación china en Filipinas ha sostenido que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, ha difamado a China con la cuestión del mar de China Meridional al promover una "agenda política antichina".
"Tales maniobras contradicen la aspiración común de los países de la región de buscar la paz, la cooperación y el desarrollo, y van en contra de la aspiración común del pueblo filipino de buscar una recuperación económica sólida y una vida mejor en cooperación con China", ha afirmado el gigante asiático.
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El comunicado de China ha visto la luz un día después de que Estados Unidos y Filipinas acordaran la instalación de cuatro nuevas bases militares en el país, en las que podrá construir instalaciones para almacenar y suministrar equipamiento después de que ambos países hayan llegado a un nuevo acuerdo de seguridad.
El acuerdo se da en medio de las crecientes tensiones en la región a causa de la presión de China en el mar de China meridional. En concreto, Filipinas y China están inmersas en una disputa territorial debido a las reclamaciones superpuestas en dicho mar, donde Pekín se ha apoderado de zonas y ha construido islas artificiales con instalaciones con capacidad militar.
Además de Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán también reclaman la zona, que se considera rica en recursos naturales.