MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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La reunión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, se celebra una semana después de que un joven marroquí de 25 años asesinara a un sacristán en Algeciras (Cádiz) en lo que la Audiencia Nacional ha calificado como atentado yihadista. La prensa marroquí aseguró ayer que no habían recibido ninguna petición oficial de España para expulsarle, tras ser detectado en situación irregular en junio de 2022.
En el contexto de la RAN, el Gobierno busca recuperar la capacidad de retorno de migrantes previa a la pandemia de Covid-19. Actualmente se sitúa en el 9,1% de los que llegan de forma irregular, incluyendo a los migrantes magrebíes y de otras zonas como América Latina.
Estas fuentes destacan que el ministro del Interior se ha reunido ya en trece ocasiones con su homólogo marroquí en algo menos de cinco años. Destacan los buenos resultados de las operaciones conjuntas antiterroristas, lo que ha permitido la detención de 104 presuntos terroristas desde 2014.
FLUJOS MIGRATORIOS IRREGULARES
También quieren continuar las buenas relaciones para frenar los flujos migratorios irregulares, que han conseguido bajar un 25% el número de llegadas en 2022 y un 69% en lo que va del presente año, según datos oficiales de Interior.
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El departamento ministerial que dirige Marlaska quiere avanzar en la plena normalización de la reapertura de la fronteras terrestres de Ceuta y Melilla, abierta en mayo del año pasado para trabajadores transfronterizos.
Las fuentes de Interior recuerdan que en 2023 se espera la puesta a punto de las mejoras de lo que llaman 'frontera inteligente' en estas dos ciudades autónomas, con otros hitos como la apertura plena de las aduanas comerciales --que dependen de Exteriores y Hacienda-- y el fin del llamado comercio atípico de los porteadores.
De esta forma, la delegación del Ministerio del Interior quiere seguir avanzando con Rabat en los puntos de la 'hoja de ruta' pactada después de que el Gobierno de Pedro Sánchez respaldara el proyecto de Marruecos para el Sáhara Occidental.
Entre los puntos a tratar destacan otros aspectos como luchar contra las estructuras económicas del crimen organizado, el tráfico ilícito de vehículos o la protección del medio ambiente, así como profundizar en el "éxito" de la última Operación Paso del Estrecho, reactivada este año tras la pandemia, y que permitió el flujo de tres millones de personas y 700.000 vehículos.
