MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
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El hallazgo también llena un vacío de al menos 87 millones de años en el registro fósil histórico conocido de esta criatura parecida a un anfibio.
El fósil fue descubierto por primera vez por Ben Kligman, estudiante de doctorado en el Departamento de Geociencias, parte de la Facultad de Ciencias de Virginia Tech, en el Parque Nacional del Bosque Petrificado de Arizona durante una excavación en 2019. Bautizado por Kligman como 'Funcusvermis gilmorei', el fósil extiende la historia de las cecilias 35 millones de años atrás hasta el Período Triásico, hace aproximadamente entre 250 y 200 millones de años.
Antes de este nuevo estudio, publicado en la revista 'Nature', sólo se conocían 10 fósiles de cecilias, que se remontaban al Jurásico Temprano, hace unos 183 millones de años. Sin embargo, según Kligman, estudios previos de AND estimaban que los orígenes evolutivos de las cecilias se remontaban a las eras Carbonífera o Pérmica, hace entre 370 y 270 millones de años, marcando esa brecha de 87 millones de años. Sin embargo, no se habían encontrado fósiles de este tipo.
"El descubrimiento de los fósiles más antiguos de cecilias pone de relieve el carácter crucial de las nuevas pruebas fósiles. Muchas de las grandes cuestiones pendientes de la paleontología y la evolución no pueden resolverse sin fósiles como éste", afirma Kligman, que ya había descubierto una especie de cinodonte o mamífero pedunculado de 220 millones de años de antigüedad, precursor de los mamíferos actuales.
"Las cecilias fósiles son extraordinariamente raras y se encuentran accidentalmente cuando los paleontólogos buscan fósiles de otros animales más comunes --asegura--. El descubrimiento de uno fue totalmente inesperado y transformó la trayectoria de mis intereses científicos".
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El descubrimiento de los fósiles fue realizado en 2019 por Kligman y el estudiante en prácticas del Parque Nacional del Bosque Petrificado Xavier Jenkins, ahora estudiante de doctorado en la Universidad Estatal de Idaho, mientras el dúo procesaba sedimentos fosilíferos de la apodada Thunderstorm Ridge del parque a través de un microscopio.
El 'funcusvermis' se encontró en una capa de la Formación Chinle datada hace aproximadamente 220 millones de años, cuando Arizona estaba situada cerca del ecuador en la parte central del supercontinente Pangea, explica Kligman. En aquella época, esta región estaba sometida a un clima cálido y húmed, más que en la actualidad.
"Ver la primera mandíbula al microscopio, con su característica doble hilera de dientes, me produjo escalofríos --recuerda Kligman--. Inmediatamente supimos que era una ceciliana, el fósil de ceciliana más antiguo jamás hallado, y un descubrimiento único en la vida".
Antes de este hallazgo, el vacío de 87 millones de años en el registro fósil ocultaba la historia evolutiva temprana de las cecilias, lo que llevó a décadas de debate entre los científicos sobre el parentesco de las cecilias con sus parientes anfibios, las ranas y las salamandras.
"El 'funcusvermis' amplía el patrón ecuatorial húmedo de aparición observado en todas las cecilias fósiles y vivas conocidas, lo que sugiere que la historia biogeográfica de las cecilias se ha guiado por la restricción a estos entornos ecológicos, probablemente debido a limitaciones fisiológicas relacionadas con la humedad, y limitada por la deriva de las placas continentales dentro y fuera de la zona ecuatorial húmeda tras la fragmentación de Pangea", explica Kligman.
Las cecilias modernas, que ahora viven exclusivamente en Sudamérica, Centroamérica, África y el sur de Asia, son anfibios sin extremidades, de cuerpo cilíndrico y cráneo compacto en forma de bala que les ayuda a excavar bajo tierra, que se pasan la vida excavando en la hojarasca o el suelo en busca de presas como gusanos e insectos. Esta existencia subterránea ha dificultado a los científicos el estudio de las cecilias.
De hecho, el 'funcusvermis' comparte rasgos esqueléticos más relacionados con fósiles de ranas y salamandras primitivas, lo que refuerza las pruebas de un origen compartido y una estrecha relación evolutiva entre las cecilias y estos dos grupos. También comparte rasgos esqueléticos con un antiguo grupo de anfibios conocidos por los paleontólogos como temnospóndilos disorofóideos.
El profesor Sterling Nesbitt afirma que hallazgos como éste pueden reajustar el tablero de juego de la paleontología, en el mejor sentido de la expresión. "Este hallazgo demuestra claramente que algunos fósiles que apenas se pueden ver pueden cambiar en gran medida nuestra comprensión de grupos enteros que se pueden ver hoy en día", señala.
En el Parque Nacional del Bosque Petrificado, donde se encontró el descubrimiento inicial en 2019, se han recuperado las mandíbulas inferiores de al menos 70 individuos de 'Funcusvermis' desde el verano de 2022, lo que convierte a la zona en "el lecho óseo productor de cecilias fósiles más abundante jamás descubierto", indica Kligman.
Sólo se ha encontrado un puñado de huesos de 'Funcusvermis', incluyendo mandíbulas superior e inferior, una vértebra y parte de una extremidad posterior, explica. Todos los huesos encontrados estaban desarticulados, no eran esqueletos completos. Sin esqueletos completos, Kligman y sus colegas investigadores no pueden determinar con exactitud la longitud del cuerpo de 'Funcusvermis', pero las inferencias a partir de elementos aislados, como que la mandíbula inferior medía menos de un cuarto de pulgada, indican que 'Funcusvermis' era un animal diminuto.
"Desde su descubrimiento en 2017, el sitio de Thunderstorm Ridge ha producido un conjunto diverso de más de 60 animales que van desde tiburones de agua dulce hasta dinosaurios --prosigue Kligman--. Varias otras especies nuevas descubiertas en este sitio han sido descritas recientemente. Actualmente se están estudiando muchas otras especies nuevas de este yacimiento, que se publicarán en los próximos años".