BARCELONA (AP) — Dani Alves pasó la primera noche en detención preventiva por una presunta agresión sexual en España, una acusación que ha dejado perturbada a su esposa y ha impactado al mundo del fútbol.
PUBLICIDAD
Si se declara culpable a Alves, el caso destruirá la ya severamente dañada reputación de uno de los futbolistas más populares del mundo.
La estrella brasileña, que negó haber cometido algún crimen, tiene muchos días por delante en una prisión cerca de Barcelona. A menos de que gane su apelación y se revierta la decisión del juez de negarle libertad bajo fianza, permanecerá semanas o incluso meses tras las rejas, hasta que se programe el juicio.
Alves, de 39 años, fue arrestado el viernes por la policía española tras varios días de investigación preliminar sobre las acusaciones de una mujer, quien aseguró que el jugador la agredió sexualmente en un club nocturno de Barcelona el mes pasado.
Un juez coincidió con los fiscales estatales tras escuchar los testimonios de Alves, su acusador y un testigo. Determinó así que el deportista debe permanecer preso sin derecho a fianza.
Xavi, el técnico del Barcelona, quien jugó con Alves durante siete temporadas llenas de campeonatos, dijo sentirse sorprendido y triste.
“Es difícil comentar en una situación así”, admitió Xavi el sábado durante la conferencia de prensa previo al próximo encuentro del Barcelona. “Estoy sorprendido e impactado. En estado de shock. La justicia dictará lo que sea, no podemos entrar. Me sabe muy mal por él, porque le conozco".
PUBLICIDAD
Bajo la nueva ley de consentimiento sexual aprobada el año pasado, una agresión sexual puede de ir de abuso en línea hasta manoseo y violación. El peor caso de violación con violencia tiene una sentencia máxima de 15 años de prisión.
Ni la policía, ni la corte dieron detalles del caso de Alves y la prensa española ha incluido diferentes testimonios que van desde que Alves supuestamente manoseó a la mujer hasta que la violó en el baño del club nocturno.
Antes de que lo arrestaran, Alves negó cualquier delito. Reconoció que asistió al club para bailar, pero enfatizó que no conocía a la mujer e insistió que siempre respeta "el espacio personal” de otros.
Alves está casado con la modelo española Joana Sanz, quien lo defendió públicamente antes de su arresto.
Sanz expresó el dolor que le ha causado la acusación, surgida poco después de la muerte de su madre. Pidió que la prensa respete su privacidad.
“Mi madre ha fallecido hace una semana, apenas he empezado a asumir que ella ya no está como para que me atormenten con la situación de mi marido”, publicó en Instagram. “He perdido a los únicos dos pilares de mi vida”.
El club Pumas de México rescindió el viernes el contrato de Alves, firmado en julio, tras darse a conocer la noticia de su arresto. El presidente del equipo Leopoldo Silva indicó que el club no podría continuar vinculado con un jugador cuyos actos dañan la misión de que sus deportistas sean modelos de conducta.
Hasta antes de su detención, Alves era un sinónimo de triunfo y un ejemplo de cómo un deportista puede continuar en la elite después de cumplir 40 años.
Veloz lateral derecho en su juventud, con un potente disparo de larga distancia, se transformó con los años, a medida que perdía velocidad, para lucir sus pases certeros y destacarse en el medio campo.
Ha ganado 42 títulos, inlcuidos tres de la Liga de Campeones con el Barcelona y dos ediciones de la Copa América con la selección brasileña. El mes pasado, disputó con Brasil su tercer Mundial, uno de los pocos torneos relevantes que no ganó jamás.