KIEV, Ucrania (AP) — Rusia aseguró el viernes que tomó una aldea en el este de Ucrania como parte de su intensa y prolongada campaña para tomar la ciudad de Bakhmut. Entretanto, los aliados de Ucrania no lograron resolver una disputa sobre si enviar tanques de batalla avanzados, que el país desea ávidamente.
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El vocero del ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, dijo en conferencia de prensa que la aldea de Klishchiivka, nueve kilómetros (cinco millas) al sur de Bakhmut, había sido “liberada”.
No se pudo verificar de momento la afirmación en forma independiente y las autoridades ucranianas no hicieron declaraciones.
La toma de Klishchiivka sería un avance menor, pero el Kremlin está ávido de buenas noticias desde el campo de batalla después de varios meses de reveses.
Bakhmut, en cambio, sería una presa más importante, que permitiría desbaratar las rutas de abastecimiento ucranianas en el este y amenazaría otras ciudades del este en poder de Ucrania y y amenazaría a otras ciudades controladas por Ucrania en la región circundante de Donestk.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses han empezado a presionar a los ucranianos para que dejen de prestar atención a Bakhmut y se concentren en la preparación de una ofensiva en el sur, según un funcionario familiarizado con las opiniones del gobierno del presidente Joe Biden.
El funcionario dijo que los funcionarios de la administración han transmitido que creen que hay un alto potencial para que los rusos finalmente expulsen a las fuerzas ucranianas de Bakhmut en medio de algunos de los combates más intensos de la guerra hasta la fecha. Los funcionarios del gobierno norteamericano creen que se necesitarán fuerzas significativas para una esperada ofensiva ucraniana en el sur, pero muchas de esas fuerzas están actualmente inmersas en Bakhmut.
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La guerra ha estado en gran medida estática durante los meses de invierno, afirman los analistas militares. Las excepciones han sido localidades disputadas, como Bakhmut y la vecina Soledar.
Las fuerzas del Kremlin han mantenido su cañoneo a distancia contra obras cruciales de infraestructura y zonas civiles, a la vez que han sondeado las defensas ucranianas en el este.
La presidencia ucraniana informó el viernes que al menos cinco civiles murieron en las 24 horas previas y que otros seis resultaron heridos en los cañoneos rusos de siete regiones en el este y el sur.
Las fuerzas ucranianas rechazaron ataques rusos cerca de varias poblaciones en las regiones de Donetsk y Luhansk, en el este, dijo el Estado Mayor ucraniano en un informe.
Las dos provincias juntas forman el Donbás, un corazón industrial fronterizo con Rusia donde los separatistas a favor de Moscú llevan luchando casi nueve años.
John Lough, especialista en Rusia y Eurasia en el instituto de investigaciones Chatham House en Londres, opinó que la situación en el campo de batalla es “incierta” y que se prevé una renovada ofensiva rusa durante la primavera boreal.
La guerra se encuentra en un punto “bastante delicado”, añadió Lough a The Associated Press.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, ha rogado a los aliados occidentales que le envíen tanques con los que cree que le ayudarían a abrir brechas en las líneas rusas. Los responsables de Defensa de casi 50 países debatieron esa posibilidad en una reunión celebrada el viernes en Alemania, pero no se tomó ninguna decisión, según el ministro de Defensa polaco.
Marina Miron, del Departamento de Estudios de Defensa del King’s College en Londres, dijo que los tanques son útiles, pero que hay muchos factores a tomar en cuenta.
Estos factores son cuántos tanques se enviarán, en qué estado se encuentran, cómo se entrenará a los ucranianos, cuándo se entregarán y cómo se abastecerán.
El envío de tanques es más “un gesto político” que un factor que cambiará el panorama de la guerra, comentó Miron a la AP.
Ucrania necesita al menos 300 tanques para evitar que Rusia avance en las provincias de Donbás y Zaporiyia, así como para una posible contraofensiva en el sureste del país, dicen los analistas. Tal número parece poco probable, por ahora.
“Ha comenzado una guerra de los recursos”, comentó a la AP el analista militar ucraniano Oleh Zhdanov. “Se está volviendo evidente que los éxitos de Ucrania en la guerra con Rusia dependerán directamente de la disposición y preparación de los países occidentales para suministrar no solamente armas defensivas a Kiev, sino también poderosas armas ofensivas, incluidos tanques y aviones modernos”, añadió.
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Barry Hatton informó desde Lisboa, Portugal. Los periodistas de The Associated Press Yuras Karmanau en Tallín, Estonia, y Aamer Madhani en Washington contribuyeron para este despacho