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Arrestos nocturnos israelíes inquietan a niños palestinos

Yusef Mesheh, de 15 años, sostiene un retrato de su hermano Wael en el dormitorio donde ambos dormían cuando fuerzas israelíes allanaron su vivienda a las 3 de la madrugada en el Campamento de Refugiados de Balata, el martes 10 de enero de 2023, en el AP (Maya Alleruzzo/AP)

CAMPAMENTO DE REFUGIADOS DE BALATA, Cisjordania (AP) — Yusef Mesheh estaba dormido en su litera cuando fuerzas israelíes allanaron su casa a las 3 de la madrugada.

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Casi enseguida, el palestino de 15 años cuenta que estaba tirado en el piso mientras los soldados lo golpeaban e insultaban a gritos. Un soldado golpeó a su madre en el pecho con la culata de su rifle y la encerró en la habitación, desde donde ella se puso a gritar por sus hijos.

Yusef y su hermano Wael, de 16 años, fueron sacados a tirones de su casa en el campamento de refugiados de Balata en el norte de Cisjordania. Yusef traía puesta una camiseta sin mangas y no podía ver sin sus lentes.

“No puedo olvidar esa noche”, relató Yusef a The Associated Press desde la sala de su casa, decorada con fotografías de Wael, quien sigue detenido. “Cuando me voy a dormir aún escucho los disparos y los gritos”.

Las fuerzas armadas israelíes arrestaron e interrogaron a cientos de adolescentes palestinos en 2022 en la Cisjordania ocupada, sin jamás emitir un citatorio ni notificar a sus familias, según un informe a ser publicado por HaMoked, un grupo israelí defensor de los derechos humanos.

Los cargos contra los arrestados iban desde estar en Israel sin permiso hasta aventar piedras o cocteles Molotov. Algunos adolescentes dicen que los arrestaron para obtener información sobre sus vecinos o familiares.

En la inmensa mayoría de los arrestos planificados de menores que hicieron las fuerzas armadas el año pasado, los niños fueron sacados de sus hogares en la madrugada, señaló HaMoked. Después de ser arrrancados de sus camas, niños de incluso 14 años fueron interrogados estando adormilados y desorientados. Con frecuencia se les negó el acceso a agua, alimentos y baños. Yusef relató que los soldados lo golpearon cuando pidió ir al baño durante su viaje de siete horas hacia el centro de detención.

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El Ejército israelí argumenta que tiene la autoridad legal de arrestar a menores de edad a discreción durante redadas nocturnas.

Abogados y activistas por los derechos humanos aseguran que la táctica va en contra de las promesas jurídicas de Israel de alertar a los padres sobre las supuestas ofensas de sus hijos.

En respuesta a una petición al Tribunal Supremo que hizo HaMoked hace dos años, había habido algunas pequeñas mejoras luego de que Israel le pidió a las fuerzas armadas que primero citaran a los padres palestinos para informarles sobre sus hijos acusados. Pero el avance fue efímero. El año pasado, el ejército israelí detuvo a cientos de palestinos en Cisjordania entre los 12 y los 17 años durante arrestos nocturnos, según HaMoked. Activistas por los derechos humanos aseguran que creen que estas estrategias tienen la intención de generar miedo.

“El hecho de que las fuerzas armadas no estén haciendo intento alguno por reducir estos traumáticos arrestos nocturnos nos indica que el trauma forma parte del objetivo”, dijo Jessica Montell, directora de HaMoked. “De hecho, intimidar y atemorizar a las comunidades parece parte de la política”.

Según cifras que se reportaron al Tribunal Supremo, el Ejército convocó a padres palestinos para interrogar a sus hijos sólo un puñado de veces en 2021. El año pasado, ni un solo familiar recibió un citatorio en casi 300 casos que HaMoked rastreó en Cisjordania.

Los delitos menores y los casos en los que los niños fueron liberados sin cargos —como le pasó a Yusef— no fueron la excepción. HaMoked dijo que las cifras están incompletas porque cree que muchos casos similares nunca se reportan.

“No están implementando el procedimiento que ellos mismos crearon”, dijo Ayed Abu Eqtaish, director del programa de rendición de cuentas para el organismo no gubernamental Defense for Children International en los territorios palestinos. “Las golpizas y el maltrato a los niños durante los arrestos nocturnos son lo que realmente nos preocupa”.

En respuesta a una solicitud de comentarios, las fuerzas armadas israelíes aseveraron que intentan citar a los niños palestinos sospechosos de cometer delitos menores que no tienen antecedentes de haber sido declarados culpables de cargos graves. Pero, alegó el Ejército, esta política no se aplica en casos de delitos graves o “cuando un citatorio podría perjudicar el objetivo de la investigación”.

El Ejército no comentó sobre el arresto de Yusef, pero aseguró que su hermano, Wael, enfrenta cargos relacionados con “crímenes financieros graves”, incluyendo “contactar al enemigo”, “ingresar dinero de manera ilegal” y ayudar “a una organización ilegal”. Por lo general, estos cargos reflejan casos de palestinos que se comunican con personas en la Franja de Gaza, gobernada por Hamas.

Si bien HaMoked halló que la mayoría de los casos fueron descartados pronto, los arrestos nocturnos generan inquietud en los niños mucho después de ocurridos.

Desde su arresto el 7 de noviembre, Yusef “no es como antes”, dijo su madre, Hanadi Mesheh, quien también le relató su calvario a la AP. No se puede concentrar en la escuela. Ya no juega fútbol. Ella duerme a su lado algunas noches, abrazándolo cuando tiene pesadillas.

“Me siento como si siempre me estuvieran observando”, dijo Yusef. “Me da miedo cuando mi madre me despierta en la mañana para ir a la escuela”.

Historias similares abundan en la zona. La ciudad norteña de Naplusa se tornó un punto álgido de la violencia el año pasado después de que el gobierno israelí comenzó a implementar medidas represivas en Cisjordania en respuesta a un aluvión de ataques palestinos en Israel.

El año pasado, fuerzas israelíes mataron a por lo menos 146 palestinos, incluidos 34 niños, reportó B’Tselem, un grupo israelí defensor de los derechos humanos, lo que hizo del 2022 el año más letal para los palestinos en Cisjordania en 18 años. Según el Ejército israelí, la mayoría de los palestinos acribillados han sido extremistas. Pero jóvenes que protestan contra las incursiones y otros no involucrados en los enfrentamientos también han muerto. Mientras tanto, los ataques palestinos se cobraron por lo menos 31 vidas israelíes el año pasado.

Israel dice que con los operativos pretende desmantelar las redes extremistas e impedir ataques futuros. Los palestinos han condenado las redadas, diciendo que son un castigo colectivo cuyo fin es consolidar la ocupación israelí desde hace 55 años en tierras que los palestinos quieren para crear un futuro Estado. Israel capturó Cisjordania en la Guerra de los Seis Días de 1967, junto con Jerusalén oriental y la Franja de Gaza.

Las redadas nocturnas para realizar arrestos no se limitan a Cisjordania. La policía israelí también realiza redadas frecuentes en barrios palestinos de Jerusalén oriental.

En otoño pasado, en el barrio de Beit Hanin, en Jerusalén, Rania Elias escuchó que golpeaban la puerta antes del amanecer. Su hijo menor, Shadi Jury, de 16 años, estaba dormido en ropa interior. La policía israelí irrumpió en su hogar, lanzó a Jury al piso y le golpeó la cara. Había sangre por todas partes, contó ella, y la policía se lo llevó arrastrando a un centro de detención en Jerusalén para interrogarlo.

“No te puedes imaginar cómo es sentirse indefensa para salvar a tu hijo”, dijo Elias.

En respuesta a una solicitud de comentarios, la policía israelí aseguró que acusaron a Jury de formar parte de un grupo que lanzó piedras al coche de una familia judía el 12 de octubre, hiriendo a un pasajero.

Bajo el nuevo gobierno ultranacionalista del primer ministro Benjamin Netanyahu, los padres dicen que temen por sus hijos más que nunca. Algunos de los ministros más poderosos son colonos israelíes que prometen una postura de línea dura contra los palestinos.

“Este es el momento más oscuro”, dijo el activista Murad Shitawi, cuyo hijo de 17 años, Jaked, fue arrestado en marzo pasado en una redada nocturna en su hogar en el pueblo de Kfar Qaddum, en Cisjordania. “Me preocupan mis hijos”.

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El periodista de The Associated Press Sam McNeil contribuyó a este reportaje desde el Campamento de Refugiados de Balata, en Cisjordania.

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