ROMA, 3 (EUROPA PRESS)
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"Sitúo a Ratzinger-Benedicto XVI junto a los grandes, como doctor de la Iglesia, Padre de la Iglesia. En mi biblioteca pongo las obras del papa Benedicto junto a las de San Agustín", ha asegurado el cardenal teólogo en una entrevista con el diario italiano 'Il Corriere della Sera'.
"Lo comparo con San Agustín, su maestro y me atrevo a ponerlos cerca. Su magisterio, obras, ministerio episcopal y petrino. Después de muchos siglos tuvimos un Papa teólogo, un maestro de la teología. Fue una gran alegría y una bendición ser su alumno, junto a muchos otros que han contado con este privilegio. No sólo era un profesor dotado con el don de la claridad, sino un verdadero maestro, tanto en los textos que dejó escritos como en la palabra viva. Aprendí mucho de él y creo que es precisamente esta capacidad suya de enseñar, de transmitir la fe y de reflexionar sobre la fe lo que le convierte ya casi en un padre de la Iglesia", ha asegurado Schönborn.
De este modo, ha aventurado a decir que en el futuro la Iglesia católica lo situará entre "los grandes que se recordarán en los siglos venideros, recordaremos a Joseph Ratzinger en el siglo XX como recordamos a John Henry Newman en el XIX o a Tomás de Aquino y Bo- naventura da Bagnoregio en el XIII".
Según el arzobispo de Viena, por tanto, "el legado de Ratzinger no está ciertamente agotado, dentro de algunas décadas se comprenderá mejor la riqueza de su obra teológica".
Por su parte, el sacerdote español, Pablo Blanco, autor de una biografía sobre Ratzinger, ha destacado la capacidad de Benedicto XVI para dialogar con la "razón secular" en el contexto de la cultura contemporánea. "Su capacidad de entendimiento le llevó a mantener debates públicos con iconos de la cultura laicista, como el filósofo Paolo Flores d'Arcais en 2000, el neomarxista Jürgen Habermas en 2004 o el historiador Ernesto Galli della Loggia", ha manifestado. El entonces cardenal Ratzinger -que fue elegido Papa en 2005 tras la muerte de san Juan Pablo II- denunció "el peligro latente -por ejemplo- en la clonación humana o en la manipulación genética, en términos que podrían ser compartidos por cualquier buen ateo", según Blanco.
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En este sentido, asegura que a Ratzinger le parecía inherente a la fe cristiana ese diálogo con la razón secular y la cultura contemporánea. "También poco después propuso a Marcello Pera, presidente del Senado italiano, un proyecto ético común basado en la razón y el sentido común", ha explicado.
Fruto de ese pensamiento, Benedicto XVI sentó en 2009 las bases de lo que luego se ha venido a denomiar "el patio de los gentiles", un lugar de diálogo y encuentro entre los católicos y aquellos que, alejados de la fe, están a la búsqueda de la verdad, según ha señalado.
Su primer encuentro tuvo lugar el 24 y 25 de marzo de 2010 en París, en la Ville Lumière, y estuvo presidido por el entonces presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, el cardenal Gianfranco Ravasi.
El Papa alemán propuso el lanzamiento del diálogo después de visitar, en 2009, a la República Checa, un país mayoritariamente ateo y donde, según un clic controvertido estudio publicado esta semana, la religión podría desaparecer.