DOHA (AP) — Procedente de Brasil para la Copa del Mundo en Qatar, Daniela Crawford estaba preocupada por los códigos de vestimenta conservadores. Pero como muchas mujeres que acudieron al torneo, dijo no haber tenido problemas.
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“En Brasil, la gente está acostumbrada, pero vinimos y decidimos mostrar cómo somos”, indicó Crawford, vistiendo pantalones cortos, mientras se tomaba fotos con una bandera brasileña junto con su esposo y sus dos hijos afuera del Estadio Ciudad de la Educación, en la ciudad de Rayán, la semana pasada antes del partido entre Brasil y Croacia en cuartos de final.
Este es el primer Mundial realizado en una nación árabe y musulmana. Previo al evento, el gobierno de Qatar, la FIFA y gobiernos de otros países aconsejaron a los asistentes respetar las costumbres locales en todo, desde la vestimenta de las mujeres hasta el consumo de alcohol.
Muchas aficionadas que hablaron con The Associated Press afirmaron que, a pesar de las preocupaciones, no han tenido problemas y sólo han debido hacer leves ajustes en su forma de vestir. Algunas aplaudieron las estrictas restricciones de Qatar sobre el alcohol y dijeron que las hacía sentir más seguras. Mientras tanto, Qatar presenta el torneo como una oportunidad para dejar atrás los estereotipos sobre el rol de la mujer en su sociedad.
Qatar es una nación conservadora y la mayoría de las mujeres qataríes usan velo y túnicas holgadas en público. Pero también es hogar de más de dos millones de trabajadores extranjeros, que superan por mucho a los cerca de 300.000 ciudadanos qataríes —por lo que el país está acostumbrado a las mujeres extranjeras.
Bemie Ragay, una mujer filipina que ha trabajado en Qatar durante ocho años, señala que siempre se ha sentido “más segura que en mi país”. La vestimenta no es un problema siempre y cuando conozca los límites, dijo, señalando que llevaba una blusa corta.
“Una no puede simplemente caminar aquí en la calle con una (blusa de) espalda abierta. Hay que respetar su cultura”, subrayó.
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Isabeli Monteiro, una seguidora de Brasil de 32 años, dijo que ha estado usando faldas más largas en lugar de pantalones cortos y no ha tenido problemas.
“Nadie nos mira de ninguna manera, especialmente porque estamos en una Copa del Mundo con diferentes culturas de todo el mundo”, indicó.
Las mujeres desempeñaron un papel integral en la organización del Mundial, entre ellas varias en altos cargos en el Comité Supremo, el organismo a cargo del torneo, dijo Fatma Al Nuaimi, portavoz del Comité Supremo.
Añadió que espera que un legado del torneo sea un cambio de actitud hacia las mujeres en la región.
“Mucha gente en realidad tiene una percepción errónea, especialmente cuando se trata del rol de la mujer en Qatar o en la región”, explicó. De acuerdo con ella, los aficionados que acudieron a Qatar notaron que “las mujeres sí tienen derechos y en realidad se les está empoderando”.
Las autoridades de Qatar han señalado que mejorar la situación de las mujeres en la pequeña nación del Golfo es una de sus prioridades. Las mujeres ocupan varios cargos gubernamentales y académicos destacados, incluyendo tres ministras en el Gabinete. La madre de su emir gobernante, la ex jequesa Moza bint Nasser al-Missned, es una de las mujeres más famosas del mundo árabe, conocida por defender causas sociales.
Qatar también cuenta con una de las tasas más altas de educación de mujeres en el mundo árabe. El número de mujeres qataríes en la universidad es el doble que el número de hombres qataríes, y casi todos los niños y niñas qataríes asisten a la primaria.
Aún así, el país se ha estancado durante años cerca del fondo del Informe sobre la Brecha Global de Género del Foro Económico Mundial, que rastrea las brechas entre mujeres y hombres en el empleo, la educación, la salud y la política.
Organismos de derechos han señalado en particular las leyes que requieren el permiso de un tutor hombre para que una mujer viaje o se case, y afirman que las mujeres a menudo necesitan ese mismo permiso para trabajar o para recibir algunas formas de atención de la salud reproductiva, incluyendo las pruebas de Papanicolaou.
Alrededor de 37% de las mujeres qataríes trabaja, una cifra alta para la región, pero se ha mantenido estable en los últimos años, según estadísticas gubernamentales. En comparación, Arabia Saudí ha experimentado un crecimiento más agresivo, con un aumento del porcentaje de mujeres saudíes con empleo de 14% en 2019, uno de los más bajos de la región, a casi 27% este año.
Mead El-Amadi, directora del FIFA Fan Festival en Doha, dijo que las mujeres involucradas en la organización del torneo serán modelos a seguir para otras mujeres que quieran ingresar al negocio del fútbol o del deporte en general.
“A nivel mundial, el fútbol es un deporte dominado por hombres”, aseveró, pero añadió que las mujeres organizadoras contaron con el apoyo de sus colegas hombres “para que esto suceda y para que el mundo nos mire hoy, ofreciendo este gran evento”.
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El periodista de The Associated Press Lee Keath contribuyó a este despacho.