MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
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"Cuando empezó el confinamiento a causa de la pandemia, cundió en los medios y en las redes sociales la hipótesis-chascarrillo de que a los nueve meses habría un 'baby boom', al estar las parejas más tiempo en casa", ha explicado el coordinador del Observatorio, Alejandro Macarrón.
Sin embargo, precisa que "lo realmente ocurrido es que a los 8 a 10 meses del inicio del confinamiento no hubo aumento en los nacimientos, sino lo contrario, empezando por caídas interanuales del 9,7% en noviembre de 2020, que se intensificaron hasta el 19,7% en diciembre de 2020, y al 21,2% en enero de 2021".
Al mismo tiempo, el informe señala que cuando fueron concebidos casi todos los nacidos en 2021 (de abril de 2020 a abril de 2021), se estaba viviendo una "abrupta" caída de la economía y un incremento del paro real.
Así, el informe pone de manifiesto que, "una vez pasado el pánico inicial, las parejas siguieron engendrando niños a tasas muy similares a las previas a la pandemia, abundando en la tesis que mantiene el Observatorio: las dificultades económicas y materiales que pasa mucha gente en España, aun siendo indeseables, no son lo fundamental a la hora de tomar la decisión de tener o no tener hijos, sino los 'valores' (ganas o no de tenerlos)".
Por otro lado, el estudio muestra que, a finales de 2021, el 20% de la población de España tenía 65 años o más, porcentaje que ascendía al 22% entre los nacidos en el país. Las personas con 80 años o más eran el 6%, porcentaje que subía al 7% entre los españoles autóctonos. La edad media de la población era de 44 años, y 46 la de los españoles autóctonos, 13 años más que al comienzo de la Transición (1976). En contraste, la población infantil y juvenil cada vez tiene menor peso en el total, según advierte el Observatorio.
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Asimismo, destaca que, desde 2011 hasta finales de 2021, la pérdida acumulada de españoles autóctonos por más muertes de españoles nativos que nacimientos de madres españolas nativas habría llegado a casi 1,1 millones de personas. "Una merma acumulada tremenda, que no se dio ni siquiera como consecuencia de la última guerra civil", ha aseverado Macarrón.
Asimismo, el informe destaca que, en los últimos diez años, la población de origen extranjero empadronada en España ha aumentado un 11%, aunque no en el caso de los europeos no españoles, que en este intervalo han mermado un 20%. Los asiáticos de origen son ahora un 24% más; los africanos, un 24% más, y los americanos, un 36% más (un 90% hispanoamericanos).
"Son este último grupo, y en especial sus niños y jóvenes, quienes más deberían preocuparnos, porque de su integración social depende su futuro y el nuestro. Sin embargo, de sus sistemas de promoción, de su llegada a las universidades y de su evolución nadie parece preocuparse", ha valorado el coordinador del Observatorio.