MADRID, 07 (EUROPA PRESS)
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Sáez ha explicado en una entrevista con Europa Press ser consciente de que aún falta por escribir la 'gran novela deportiva', pero cree que esto es debido a que el deporte "es un fenómeno tan popular que está explotado a todos los niveles", de ahí que cueste tanto sorprender a través de la literatura.
"Pero lo que hace una novela, y es lo que he intentado en esta, es entrar en esos rincones que no están todo el día en boca de todos. La literatura no puede centrarse en el día a día: si escribo una novela sobre dos hermanos que son ciclistas, no voy a narrar etapas como una crónica deportiva, sino que me pongo en su piel como seres humanos", ha apuntado.
'Los hermanos Dulce' pone el foco en dos ciclistas profesionales haciendo un juego temporal: por un lado, uno de los hermanos narra su día a día en un equipo donde parte de gregario y aspira a ayudar a conseguir una victoria en el Tour; por el otro, sitúa al hermano mayor en el paso de la infancia a la adolescencia, con una relación conflictiva con los padres.
El escritor, que presenta la novela el próximo sábado 17 de diciembre a las 13.00 horas en la Casa del Libro de Logroño, ha señalado que la idea de la obra le llegó tras cubrir el juicio por dopaje de la 'Operación Puerto', una experiencia laboral "brutal".
"Aprendí tantas cosas del deporte y la sociedad que no daba crédito, la sede judicial es un micromundo muy especial en el que, si no has estado dentro y no lo conoces, tardas en darte cuenta de que ahí es donde se juegan las habas. Esa impresión se me quedó en la cabeza y fui madurando la idea de escribir no solo sobre el ciclismo, sino algo más", ha destacado.
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EL "GUSTO POR SUFRIR"
Manzano, Manolo Saiz, Eufemiano Fuentes o Vicente Belda son algunos de los nombres que sonaron con fuerza en los medios aquellos días de juicio. Sáez admite que resulta inevitable tener "alguna gente en mente" cuando se describen determinadas situaciones, pero no hay ningún personaje inspirado en alguien real. "Yo lo que quiero es reflejar una época", ha añadido.
El periodista asegura que el ciclismo tiene "mucho de atrayente", con una épica muy literaria. "Es alucinante, no sé si hay deporte mas exigente, porque pegarse esas tundas...tiene algo de gusto por sufrir y pasarlo muy mal, a mí me parece muy literario, que soy alguien que intenta no sufrir en ningún momento de su vida", ha bromeado.
LO QUE PASA ENTRE BAMBALINAS
Con un título homenaje a la literatura rusa --'Los hermanos Karamazov'-- y al capitán del CD Logroñés en la época de los 90, Jesús Dulce, Sáez abordó varias novelas sobre ciclismo para documentarse. Si bien predomina una obra en este proceso, la autobiografía de David Millar, "canónica" al tratarse del arrepentimiento de un dopado.
El libro también recoge aquello que queda después de la épica, y en muchas ocasiones es el vacío de una vida por delante tras haber dedicado muchos años a la bicicleta. "Claro que hay algo de héroes de usar y tirar, pero es que todo es así en la sociedad de hoy: cuando se decía que el periódico de hoy es el papel de envolver pescado de mañana, ahora pasa al cubo con las redes sociales. Es un aturdimiento constante", ha apuntado.
Asimismo, incluye esa suerte de hipocresía de mirar hacia otro lado de la sociedad, pese a intuir las trampas del dopaje. "La gente ve deporte para evadirse de los golpes de realidad, es un cliché pero vale aquello del 'opio del pueblo'. En ese momento que alguien se pone delante de la televisión, suspende la credulidad, se lo cree todo y hace un pacto con los ciclistas: lo que pase entre bambalinas no interesa", ha concluido.