CHESAPEAKE, Virginia, EE.UU. (AP) — Han pasado cinco días desde que Lorenzo Gamble fue asesinado en un tiroteo masivo en un Walmart en Chesapeake, Virginia. Su madre, Linda Gamble, no ha podido hacer gran cosa, incluyendo comer, porque lo extraña muchísimo.
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“Ha sido realmente duro porque nunca jamás en la vida pensé que sería mi bebé”, declaró Gamble. “Se ha ido, pero siempre estará en mi corazón”.
Gamble habló el domingo por la noche antes de una vigilia de oración en la iglesia bautista The Mount en Chesapeake en honor de su hijo y otros cinco empleados que la policía dice fueron baleados de muerte por un supervisor de la tienda. Otros seis que resultaron heridos en el tiroteo del martes también fueron homenajeados.
La vigilia de 90 minutos —llena de música, invocaciones a Dios y manos extendidas— fue un intento de la Coalición de Pastores Negros de Chesapeake de proporcionar algún tipo de alivio a una comunidad que aún está muy dolida por la violencia.
Al concluir la ceremonia, Gamble y su esposo, Alonzo, permanecieron de pie con docenas de otras personas que perdieron a alguien en la masacre, o que conocían a una persona que resultó herida o trabaja en la tienda.
Entre ella estaba Shelia Bell, de 70 años, una empleada de Walmart que trabajaba con Lorenzo, un trabajador de limpieza de la tienda durante 15 años. Dijo que ella también conocía al atacante, el cual murió aparentemente por un balazo que él mismo se disparó allí.
“Para decirles la verdad, en estos momentos me siento aturdida”, declaró Bell.
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Durante la vigilia fue encendida una vela alta color violeta en honor de cada una de las víctimas. Fueron Gamble, de 43 años; Fernando “Jesús” Chávez Barrón, de 16; Kellie Pyle, de 52; Tyneka Johnson, de 22; Brian Pendleton, de 38; y Randy Blevins, de 70.
“No podemos conocer su dolor de esperar a tener noticias de sus seres queridos o incluso comprender lo horroroso de la llamada telefónica cuando llegó”, dijo la senadora estatal Mamie Locke previamente. “Pero lo que sí podemos hacer es unirnos como comunidad y proporcionar un hombro en el cual recargarse”.
El congresista Bobby Scott dijo que Chesapeake, una ciudad de 250.000 personas cerca de la costa del Atlántico, “ingresa ahora a la lista de demasiadas comunidades obligadas a cargar con lo intolerable”.
Las autoridades municipales han programado una vigilia a la luz de las velas para el lunes por la noche en un parque de la ciudad.