PUERTO PRÍNCIPE (AP) — Los casos de cólera abruman a Haití y los expertos advierten que la situación podría empeorar ahora que el país ha regresado a la actividad luego de un bloqueo de combustibles que lo mantuvo paralizado durante dos meses.
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El doctor Jeanty Fils, vocero del Ministerio de Salud, dijo a The Associated Press que la gente ha regresado a las calles y probablemente está transmitiendo cólera en momentos en que el gobierno tiene dificultades para obtener equipos necesarios para salvar vidas, incluyendo suministros para terapias intravenosas, y discute si debe pedir vacunas contra la enfermedad.
“Necesitamos más recursos”, dijo. “Los casos de cólera siguen en aumento en Haití”.
Al menos 175 personas han muerto y más de 7.600 han sido hospitalizadas, informó el martes la Organización Panamericana de la Salud, aunque algunos funcionarios creen que las cifras son mucho mayores porque muchos casos no se reportan.
Aun así, el número de casos sospechosos se elevó un 33% en sólo una semana.
El deterioro de la situación llevó a Naciones Unidas a anunciar el martes que junto con Haití y otros socios buscaba recaudar 146 millones de dólares para ayudar en el combate al cólera. Al menos medio millón de personas están en peligro de contraer la enfermedad, según la OPS y la Organización Mundial de la Salud.
“El aumento de casos en las últimas semanas y la rápida transmisión del cólera en el país son motivo de preocupación", dijo Ulrika Richardson, coordinadora humanitaria residente de la ONU.
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Fils subrayó que los casos de cólera probablemente se vieron contenidos durante el bloqueo de combustible ya que las gasolineras estaban cerradas y buena parte de los 11 millones de habitantes del país permanecían en sus casas.
“Ahora la gente va a desplazarse más”, dijo. “Podría empezar a transmitirse”.
Stephanie Mayronne, administradora de operaciones médicas para Médicos sin Fronteras, dijo que si los enfermos de cólera empiezan a viajar a zonas insalubres y con falta de agua potable, es posible que los casos aumenten.
“Es una cerilla que puede encender una hoguera”, aseveró.
El número de pacientes que buscan atención en los hospitales de Médicos sin Fronteras en Puerto Príncipe ha aumentado en las últimas semanas. Hasta ahora han recibido a 6.500 personas, y las camas se agotaron tan rápidamente que fue necesario abrir un quinto centro hace dos semanas, dijo Alexandre Marcou, administrador de comunicaciones.
En el nuevo centro, madres se ocupaban de sus niños en una mañana reciente. Una arreglaba la maraña de cables que rodeaba a su bebé, mientras otra pellizcaba suavemente las mejillas de su hijita para que abriera la boca y pudiera suministrarle un suplemento oral. Cerca de allí, enfermos adultos estaban sentados en silencio en sillas de plástico con cubos blancos entre las piernas, sosteniéndose con un brazo la cabeza caída hacia un costado. Algunos comían arroz y frijoles en pequeños recipientes que luego recogía el personal de enfermería.
Marcou dijo que es posible sobrevivir al cólera si se le trata a tiempo, pero la reciente escasez de combustibles y la violencia constante entre las pandillas que ha empeorado desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021 les ha impedido a los haitianos acudir a hospitales y clínicas.
“Existe una enorme crisis de seguridad. Y estamos terriblemente faltos de recursos”, dijo Ralph Ternier, director médico en Haití de la organización sin fines de lucro Socios en Salud. “La epidemia se está propagando tan rápido que las vacunas son realmente la herramienta que necesitamos”.
La Organización Panamericana de la Salud dijo a la AP que ha estado apoyando al gobierno de Haití para que prepare su solicitud de vacunas así como para planear y poner en marcha las campañas de inoculación. Pero se desconoce si eso podría concretarse y cuándo.
En octubre, la Organización Mundial de la Salud anunció una escasez mundial de vacunas contra el cólera que ha obligado a suspender la estrategia habitual de doble dosis “en un momento en que se registra un aumento sin precedentes de brotes de cólera a nivel mundial”. Por lo menos 29 países han informado casos de cólera en lo que va del año, en comparación con un promedio de menos de 20 en los últimos cinco años, dijo la agencia.
Mayronne dijo que las vacunas contra el cólera pueden ser un instrumento útil, aunque subrayó que una sola dosis puede disminuir el riesgo únicamente en un 40%.
“En sí misma, una vacuna no es la pieza final”, agregó.
En medio de la falta de vacunas en Haití, la asfixiante pobreza, agravada por una profunda crisis económica y una inflación de dos dígitos, contribuye a propagar el cólera porque muchas personas carecen de acceso o de recursos para tener agua potable o alimentos que no estén contaminados.
Lovena Shelove, de 30 años, perdió a su hijo de dos años debido al cólera a pesar de que una amable vecina le llevó agua potable para que intentara revivir al menor después de episodios intensos de vómito y diarrea.
“No tengo nada en casa”, dijo Shelove con voz suave. “No tenía nada para darle a los niños”:
Su otro hija, de 7 meses, continúa hospitalizada.
El cólera es causado por una bacteria que se encentra en alimentos o agua contaminada y se transmite con facilidad, en especial en condiciones de hacinamiento y falta de higiene. La sanidad empeoró durante el bloqueo de combustible debido a que las compañías surtidoras de agua potable se vieron obligadas a suspender sus operaciones.