MILÁN (AP) — Un grupo humanitario solicitó el martes a Francia un puerto seguro para 234 migrantes rescatados debido a que el nuevo gobierno de ultraderecha de Italia ha permanecido en silencio y se niega a recibir a numerosos barcos refugiados rescatados.
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El grupo europeo de ayuda SOS Mediterranee dijo que la situación en el barco que opera ha llegado a un “punto crítico”. El Ocean Viking hizo su primer rescate de su misión actual hace 18 días. Las autoridades italianas han ignorado pedidos reiterados de puerto.
“Estamos enfrentando consecuencias muy severas, incluyendo riesgos de pérdida de vidas”, dijo Xavier Lauth, director de operaciones. “El bienestar físico y sicológico de los sobrevivientes y los tripulantes ha sido agotado por dos semanas de bloqueo en el mar. Es ahora una emergencia humanitaria que necesita una respuesta inmediata”.
Italia está enfrentada con algunas de las organizaciones caritativas que operan barcos de rescate en el Mediterráneo. Las autoridades dirigieron dos barcos —el Geo Barents y el SOS Humanity— a un puerto en Sicilia el fin de semana con el propósito de identificar a los migrantes que considerasen “vulnerables”. Los pasajeros no considerados vulnerables no fueron autorizados a desembarcar.
Los capitanes de ambos barcos se han negado a regresar a aguas internacionales. Hay casi 250 migrantes a bordo entre ambos. Grupos humanitarios, expertos legales y activistas de derechos humanos dijeron que el procedimiento de selección que efectuó Italia fue ilegal.
El jefe de la misión del Geo Barents, Juan Matías Gil, dijo que las autoridades italianas iniciaron otro proceso similar de selección el martes, pero que la tripulación insiste en que los 213 migrantes a bordo son vulnerables y tienen derecho a protección por haber sido rescatados en el mar.
“Continuamos presionando para que todo el mundo sea desembarcado”, les dijo Gil a reporteros en Catania, Sicilia. “Sabemos bien de la violencia que sufrieron en Libia y una semana a bordo. Necesitan servicios sicológicos”.
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En tanto, una ONG alemana dijo que su barco atracó en el sur de Italia a primera hora del martes y que desembarcaron 89 personas rescatadas en el mar, lo que puso fin a un capítulo dentro de la saga migratoria que continúa debido a las normas del nuevo gobierno de ultraderecha italiano.
En sus perfiles en redes sociales, Mission Lifeline publicó videos del Rise Above, de 25 metros (80 pies) de eslora, atracando en Reggio Calabria y señaló que la “odisea de 89 pasajeros y nueve tripulantes a bordo parece haber terminado”. En un comunicado posterior, dijo que se trataba de los últimos rescatados que seguían en el barco.
El grupo llevaba días esperado en el mar a que Italia le asignase un puerto luego de entrar a aguas territoriales del país sin consentimiento durante el fin de semana debido a la mala mar. Seis de los 95 pasajeros originales fueron evacuados antes por motivos médicos.
El nuevo gobierno de ultraderecha de la primera ministra Giorgia Meloni ha adoptado una línea dura hacia las organizaciones no gubernamentales privadas que operan barcos de rescate de migrantes en el Mediterráneo central. Las autoridades han dado instrucciones para que las embarcaciones se dirijan a puerto, donde las autoridades solo permiten el desembarco de personas que consideran vulnerables.
Las autoridades italianas insisten en que las embarcaciones deben regresar a aguas internacionales con aquellos que no son considerados vulnerables y que los países bajo cuya bandera navegan deben acoger a los migrantes.
La vocera de Mission Lifeline, Hermine Poschmann, indicó que desconocía el motivo por el que el Rise Above pudo desembarcar a sus pasajeros, algo que otras tres embarcaciones en su misma situación no han podido hacer.
La ONG citó reportes de la prensa italiana que decían que el ejecutivo determinó que el barco era un “un caso de emergencia en el mar”. Pero la portavoz no dijo que el grupo hubiese declarado una emergencia o lanzase una llamada de socorro.