CATANIA, Sicilia (AP) — Las autoridades italianas impidieron el domingo que 35 migrantes a los que no consideraron vulnerables desembarcaran en Sicilia. El gobierno italiano de ultraderecha ha adoptado una dura estrategia contra los barcos privados de rescate que operan en aguas italianas.
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El impacto de la directiva presentada por el ministro del Interior, Matteo Piantedosi, se hizo patente durante la noche. El Humanity 1, que llevaba 179 pasajeros rescatados, recibió acceso al puerto siciliano, pero otras tres embarcaciones de rescate gestionadas por organizaciones no gubernamentales y que llevaban a 900 personas en total permanecían en el mar.
Las ONG dijeron que había gente durmiendo en suelos y cubiertas, que se estaban propagando infecciones con fiebre y sarna y que se les estaban acabando la comida y los suministros médicos. Algunos migrantes llevan más de dos semanas en los barcos.
Responsables de la organización benéfica alemana SOS Humanity, que gestiona el Humanity 1, cuestionó la decisión italiana de distinguir entre pasajeros clasificados como “vulnerables” o no. Todos los pasajeros del barco fueron rescatados en el mar y sólo eso les da derecho a un puerto seguro según el derecho internacional, afirmó la organización.
“Como temíamos, no se permitió desembarcar a todo el mundo", dijo el domingo Wasil Schauseil, vocero de SOS Humanity.
“Se pidió a nuestra médica que hiciera una selección de las personas que estaban en una mala situación de salud, y la médica respondió que todo el mundo estaba en una situación vulnerable, de modo que no haría la selección”, dijo Schauseil.
Unas 100 de las 179 personas que llevaba el Humanity 1 eran menores sin acompañante, según la organización.
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Finalmente, dos médicos italianos subieron al barco pasada la medianoche y realizaron revisiones durante toda la noche para determinar qué pasajeros tenían problemas de salud que les hacían vulnerables.
“Los médicos declararon que 36 personas no estaban en situación de urgencia. Tras recibir la noticia, una persona se desmayó y perdió el conocimiento y tuvo que ser trasladada en ambulancia”, dijo Schauseil. “Por eso hay 35 personas a bordo”.
“Puede imaginarse el estado de la gente. Es muy devastador”, dijo.
El Humanity 1 aún no ha recibido órdenes de salir del puerto, como especificaba la directiva firmada por tres ministros italianos el viernes por la noche. El texto indicaba que el barco podría permanecer en aguas italianas sólo lo suficiente para determinar qué pasajeros eran vulnerables, definidos como menores y personas con urgencias médicas.
“Todo el mundo tiene derecho a desembarcar y esperamos que todo el mundo pueda desembarcar”, dijo Schauseil. “No creemos que esto sea válido según el derecho internacional”.
Otros tres barcos con migrantes rescatados seguían en el mar, dos en aguas italianas y otro en aguas internacionales, después de que sus tripulaciones pidieran un puerto seguro de forma reiterada.
El Geo Barents, con bandera de Noruega y que llevaba 572 migrantes, y el Rise Above, de gestión alemana y con 93 personas rescatadas, entraron en aguas italianas al este de Sicilia durante el fin de semana para buscar cobijo por tormentas en el mar.
El Ocean Viking, operado por la organización benéfica europea SOS Méditeranée, con 234 migrantes a bordo, seguía en aguas internacionales al sur del Estrecho de Mesina.
La postura confrontacional adoptada por el gobierno de la primera ministra, Giorgia Meloni, recuerda a los pulsos con Matteo Salvini, ahora ministro de Infraestructura y responsable de los puertos, durante su breve mandato en 2018 y 2019 como ministro del Interior.
El nuevo gobierno italiano insiste en que los migrantes deben ir a los países de los que llevan bandera los barcos de rescate. Piantedosi describió el pasado viernes a esos barcos como “islas” bajo jurisdicción de los países donde están registrados.
En un video en Facebook, Salvini reiteró sus acusaciones de que la presencia de buques humanitarios fomenta la actividad de los contrabandistas.
Las organizaciones no gubernamentales rechazan la interpretación del gobierno y afirman que están obligados por la ley del mar a rescatar personas en problemas, y que los países costeros están obligados a proporcionar un puerto seguro tan pronto como sea posible.
Mientras se negaba el puerto seguro a los barcos humanitarios, miles de migrantes llegaron a las costas italianas en la última semana, ya fuera por su cuenta en barcos de pesca o tras ser rescatados en el mar por las autoridades italianas. Esos inmigrantes suponen el 85% de las llegadas, según el gobierno.
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Colleen Barry informó desde Milán.