China permanece como el mayor desafío de seguridad para Estados Unidos a pesar de la guerra de Rusia en Ucrania, y la amenaza de Beijing determinará cómo se equipa y configura el Ejército estadounidense para el futuro, según una nueva estrategia de defensa del Pentágono.
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Si bien el documento publicado el jueves dice que el conflicto con China “no es inevitable ni deseable”, describe un esfuerzo para evitar que Beijing “domine regiones clave”, una clara referencia a su agresiva acumulación militar en el Mar del Sur de China y una mayor presión sobre la isla autónoma de Taiwán, y advierte que China está trabajando para socavar las alianzas estadounidenses en el Indo-Pacífico y utiliza su creciente Ejército para coaccionar y amenazar a sus vecinos.
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Al mismo tiempo, el informe desclasificado de 80 páginas destaca la guerra en Ucrania y dice que Moscú es una seria amenaza para Estados Unidos y sus aliados, con armas nucleares, operaciones cibernéticas y misiles de largo alcance. Y advierte que a medida que China y Rusia continúan creciendo como socios, “ahora plantean desafíos más peligrosos para la seguridad a nivel nacional, incluso mientras persisten las amenazas terroristas”.
Un alto funcionario de defensa, que informó anónimamente sobre el reporte antes de que fuera publicado, dijo que éste refleja que Estados Unidos se enfrenta por primera vez a dos grandes competidores con armas nucleares, Rusia y China.
La estrategia anterior, lanzada en 2018 bajo el entonces presidente Donald Trump, reflejaba el cambio fundamental de un Ejército estadounidense centrado en contrarrestar a los extremistas a uno que debe prepararse para la guerra ante una gran potencia.
La estrategia de defensa de 2022 aumenta el enfoque en los aliados como un elemento clave de la defensa de Estados Unidos, lo que subraya el esfuerzo más amplio de la administración de Joe Biden para reparar las relaciones con naciones amigas que se alejaron por Trump.
El documento también habla de “disuasión integrada”, lo que significa que Estados Unidos utilizará una amplia combinación de poderío militar, presiones económicas y diplomáticas y alianzas sólidas, incluido su arsenal nuclear, para disuadir al enemigo.
El reporte concluye que China sigue siendo “el competidor estratégico más importante para las próximas décadas”, mientras que Rusia sigue siendo una amenaza “aguda”.