KIEV, Ucrania (AP) — Las autoridades instaladas por Rusia ordenaron el sábado a todos los residentes de la ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania, que abandonen “inmediatamente” la urbe ante el esperado avance de las tropas ucranianas, que libran una contraofensiva para liberar una de las primeras zonas urbanas que Rusia ocupó tras invadir el país.
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A través del servicio de mensajes Telegram, la administración regional instalada por el Kremlin pidió a los civiles que utilicen botes para cruzar un río importante y se adentren en el territorio controlado por Rusia, citando una situación tensa en el frente y la amenaza de supuestos bombardeos y “ataques terroristas” por parte de Kiev.
Jersón ha estado en manos rusas desde los primeros días de la invasión en febrero. La ciudad es la capital de una región del mismo nombre, una de las cuatro que el presidente Vladimir Putin anexionó ilegalmente a Rusia el mes pasado y luego colocó bajo la ley marcial rusa.
El viernes, las fuerzas ucranianas bombardearon las posiciones rusas en toda la provincia, acercándose cada vez más a un asalto total a su capital mientras atacaban las rutas de reabastecimiento de las fuerzas a favor del Kremlin a través del río Dniéper.
Se informó que los funcionarios instalados por Rusia intentaron desesperadamente convertir la ciudad de Jersón, un objetivo principal para ambos lados debido a sus industrias clave y su importante puerto fluvial y marítimo, en una fortaleza mientras intentaban reubicar a decenas de miles de residentes.
El Kremlin envió hasta 2.000 reclutas a la región circundante para reponer pérdidas de sus tropas y fortalecer las unidades en el frente, según el estado mayor del ejército ucraniano.
El río Dniéper ocupa un lugar destacado en la batalla regional porque cumple funciones críticas, al permitir el cruce de suministros, tropas y civiles, así como de agua potable para el sur de Ucrania y la anexionada península de Crimea, además de alimentar una central hidroeléctrica. Gran parte de la zona, incluida la central eléctrica y un canal que alimenta de agua a Crimea, está bajo control ruso.
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Las autoridades de Jersón respaldadas por el Kremlin anunciaron previamente planes para evacuar a todos los funcionarios designados por Rusia y hasta 60.000 civiles al otro lado del río, en lo que el líder local Volodymyr Saldo dijo que sería un “desplazamiento gradual y organizado”.
Otro funcionario instalado por Rusia calculó el sábado que alrededor de 25.000 personas de toda la región habían cruzado el Dniéper. En Telegram, Kirill Stremousov afirmó que los civiles se estaban reubicando voluntariamente.
“La gente se está moviendo activamente porque, hoy, la prioridad es la vida. No llevamos a rastras a nadie a ninguna parte”, aseguró, en una aparente respuesta a las denuncias hechas por Ucrania y Occidente sobre posibles traslados forzadas por parte de Moscú.
Las autoridades ucranianas han instado a los residentes locales a resistir los intentos de reubicarlos, y un funcionario local alegó que Moscú quería tomar a los civiles como rehenes y usarlos como escudos humanos.
En otros lugares, cientos de miles de personas en el centro y oeste de Ucrania se despertaron el sábado con cortes de electricidad y ráfagas de disparos periódicas mientras las defensas antiaéreas ucranianas trataban de derribar los drones y misiles que se aproximaban.
Rusia ha intensificado sus ataques contra centrales eléctricas, sistemas de suministro de agua y otra infraestructura clave en todo el país en la última fase de una guerra que dura casi ocho meses.
En un comunicado, la fuerza aérea de Ucrania acusó el sábado a Moscú de lanzar “un ataque masivo con misiles” sobre “infraestructura crítica”, horas después de que las sirenas antiaéreas sonaran en todo el país. Las tropas ucranianas derribaron 18 de los 33 misiles de crucero lanzados desde el aire y el mar, añadió la nota.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, dijo en la aplicación de mensajería Telegram que “varios proyectiles” dirigidos a la capital fueron derribados también el sábado por la mañana. Los gobernadores de seis provincias del oeste y el centro de la capital, además del de Odesa, en la costa del Mar Negro en el sur, realizaron declaraciones similares.
En su reporte matinal, la oficina presidencial ucraniana dijo en la región central de Cherkasy, al sureste de Kiev, se derribaron cinco drones cargados de explosivos.
La ciudad occidental de Khmelnytskyi, ubicada a orillas del río Bug y que antes de la guerra tenía una población de cerca de 275.000 habitantes, se quedó sin electricidad poco después de que medios locales informaron de varias explosiones potentes. Las autoridades locales pidieron por redes sociales a los residentes que almacenen agua, “por si se corta también en una hora”.
El alcalde de Lutsk, una ciudad con 215.000 residentes en el extremo occidental del país, hizo un llamado similar en Telegram el sábado.
A principios de semana, el presidente, Volodymyr Zelenskyy, pidió a la población que limitara su consumo de energía entre las 07:00 y las 11:00 de la mañana y evitase el uso de aparatos con un gran consumo como los calentadores eléctricos.
En las últimas dos semanas, Rusia ha intensificado sus ataques a infraestructura civil clave en toda Ucrania. Cerca del 40% del sistema de energía eléctrica ucraniana sufre graves daños, según las autoridades. Zelenskyy afirmó a principios de la semana que el 30% de las estaciones eléctricas habían sido destruidas desde el 10 de octubre.
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Kozlowska informó desde Londres