MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
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"Los fabricantes de automóviles europeos han frenado de golpe su oferta de automóviles eléctricos en un momento en que los fabricantes de automóviles chinos y estadounidenses están lanzando rápidamente nuevos modelos al mercado", ha aseverado la directora de T&E, Julia Poliscanova.
"Si Europa quiere mantener la competitividad de su industria automovilística, la UE debe introducir una fuerte política industrial propia para igualar el fuerte apoyo de los chinos y los estadounidenses a los vehículos eléctricos. El clima y los empleos del continente están en juego", ha añadido.
Según los datos de T&E, los fabricantes chinos están comenzando a afianzarse "firmemente" en el mercado europeo, representando el 5% de todos los vehículos eléctricos vendidos en lo que va de año.
Además, las tendencias indican que en 2025 los fabricantes chinos podrían llegar a tener un peso relativo de entre el 9% y el 18% en el mercado de las baterías eléctricas, según un nuevo estudio de T&E.
En ese sentido, la organización ha resaltado que si los fabricantes de automóviles de la UE no aumentan el suministro de baterías eléctricas, "las empresas extranjeras podrían capturar la mayor parte del mercado masivo en Europa".
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T&E también ha destacado que el porcentaje de las ventas de automóviles eléctricos en Europa cayó al 11% durante la primera mitad de 2022, frente al 13% contabilizado en los seis primeros meses del año pasado.
"Las crecientes ventas de vehículos eléctricos en Estados Unidos y China sugieren que la falta de incentivos regulatorios, y no una crisis en la cadena de suministro, es la principal causa de los lentos esfuerzos de electrificación de Europa", ha valorado T&E.
Así, ha incidido en que las matriculaciones de coches eléctricos en China supusieron casi el 18% del mercado de automóviles nuevos en la primera mitad de 2022, mientras que la participación de los vehículos eléctricos en EE.UU. creció un 50%.
En ese mismo período, la participación de los automóviles eléctricos en Europa cayó dos puntos porcentuales y los europeos se enfrentaron a tiempos de espera "insoportablemente largos" para los modelos eléctricos, añade el estudio.
"La ausencia de incentivos regulatorios está haciendo mucho más que la crisis de la cadena de suministro (...) Los objetivos actuales de CO2 de los automóviles no funcionan. La UE debe asegurar rápidamente la eliminación gradual de la gasolina y el diésel para 2035 y eliminar las lagunas que debilitan los objetivos de los fabricantes de automóviles. También debería respaldar medidas como el arrendamiento económico de automóviles eléctricos para que sean asequibles para todos", ha opinado Poliscanova.
RECOMENDACIONES
En este contexto, T&E ha abogado por que los gobiernos confirmen una reducción del 100% del CO2 de todos los automóviles nuevos para 2035, tal como lo propone la Comisión Europea y respalda el Parlamento Europeo y los ministros de Medio Ambiente de la UE, ha destacado la organización.
También ha instado a oponerse a cualquier exención o crédito para los combustibles sintéticos, a electrificar todas las ventas nuevas de vehículos de flota corporativa para 2030 y a utilizar fondos de la UE y medidas nacionales para acelerar la producción de coches eléctricos más allá de los objetivos mínimos.