BRUSELAS, 12 (EUROPA PRESS)
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"La OTAN no es parte del conflicto, pero nuestro apoyo está jugando un papel clave", aseguró el secretario general de la organización atlántica, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa previa a la cita de los ministros, durante la que además respondió a las recientes amenazas del régimen de Vladimir Putin sobre el uso de armas nucleares advirtiendo de que "no se puede ganar" una guerra nuclear.
Según el jefe aliado la vigilancia estrecha que realizan sobre las fuerzas nucleares rusas permite afirmar que "no hay cambios" en las posiciones del Kremlin, aunque la OTAN seguirá "alerta" supervisando la situación.
Mientras Moscú eleva la retórica, la OTAN mantendrá sin cambios en su agenda las maniobras para anticipar una respuesta a incidentes nucleares previstos para la próxima semana, que seguirán adelante.
"Es una formación rutinaria que hacemos todos los años para que nuestra disuasión siga siendo segura y eficaz", dijo Stoltenberg al respecto, para añadir después que "el objetivo fundamental de la disuasión nuclear de la OTAN siempre ha sido preservar la paz, evitar la coerción y disuadir la agresión".
Antes del arranque formal de la reunión ministerial los ministros se reunirán en el formato del grupo de contacto para la defensa ucraniana, del que forman parte más de 50 delegaciones, con el objetivo de identificar las necesidades de Kiev y garantizar la coordinación del suministro de armas a largo plazo.
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Tanto a ese encuentro que lidera Estados Unidos como a la posterior cena de los ministros de la OTAN asistirá el responsable de Defensa en el Gobierno de Volodimir Zelenski, Oleksii Reznikov, en un contexto en el que varios países aliados han anunciado que proporcionarán sistemas de defensa aérea más avanzados y otros medios a Ucrania y deben aún concretar las entregas.
REFUERZO DE INFRAESTRUCTURAS Y RESERVAS
Los ministros de Defensa de la OTAN tendrán también tiempo de abordar durante el segundo día de encuentro la protección de infraestructuras críticas, un asunto en el que los aliados trabajan "desde hace muchos años", según Stoltenberg, pero que cobra mayor urgencia a la luz del reciente sabotaje de Nord Stream y de la necesidad de elevar la vigilancia.
El mando marítimo de la OTAN ha coordinado los esfuerzos para reforzar la presencia en el mar del Norte y el Báltico, pero los aliados piensan también en cómo intensificar el intercambio de inteligencia, hacer más fuertes sus infraestructuras críticas y mejorar la protección.
"Cualquier ataque deliberado contra infraestructuras críticas de los aliados se enfrentaría a una respuesta unida y decidida", dijo el propio Stoltenberg horas antes de que arranque la reunión ministerial.
Otra de las claves de la cita en Bruselas es continuar con la reflexión iniciada en la cumbre de líderes de la OTAN de Madrid el pasado junio de dar un cambio fundamental en la capacidad de defensa y disuasión frente a la "nueva realidad de seguridad", lo que pasa por "tomar decisiones para aumentar" las reservas de municiones y equipos.
El secretario general aliado ha apuntado, por ejemplo, recurrir al proceso de planificación de la defensa de la OTAN para presentar a la industria una relación clara de la demanda a largo plazo de lo que el bloque necesita con el fin de impulsar la producción.