MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
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Los investigadores, de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y de la empresa austriaca de ingeniería ENVEO, identificaron distintos movimientos estacionales en el flujo de hielo terrestre que drena hacia la plataforma de hielo Jorge VI -una plataforma flotante de hielo del tamaño aproximado de Gales- en la Península Antártica. Publican resultados en la revista 'The Cryosphere'.
Utilizando imágenes de los satélites Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea/Copérnico, los investigadores descubrieron que los glaciares que alimentan la plataforma de hielo se aceleran aproximadamente un 15% durante el verano antártico. Es la primera vez que se detectan estos ciclos estacionales en el hielo terrestre que desemboca en las plataformas de hielo de la Antártida.
Si bien no es inusual que el flujo de hielo en las regiones árticas y alpinas se acelere durante el verano, los científicos habían asumido previamente que el hielo en la Antártida no estaba sujeto a los mismos movimientos estacionales, especialmente donde fluye en grandes plataformas de hielo y donde las temperaturas están por debajo del punto de congelación durante la mayor parte del año.
Esta suposición también estaba alimentada, en parte, por la falta de imágenes recogidas sobre el continente helado en el pasado. "A diferencia de la capa de hielo de Groenlandia, donde una gran cantidad de datos nos ha permitido entender cómo se mueve el hielo de una estación a otra y de un año a otro, no hemos tenido una cobertura de datos comparable para buscar esos cambios sobre la Antártida hasta hace poco", explica Karla Boxall, del Scott Polar Research Institute (SPRI) de Cambridge, primera autora del estudio.
"Las observaciones de los cambios en la velocidad del hielo en la Península Antártica se han medido normalmente a lo largo de años sucesivos, por lo que nos hemos perdido muchos detalles sobre cómo varía el flujo de un mes a otro a lo largo del año", añade el coautor, doctor Frazer Christie, también del SPRI.
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Antes de los registros detallados de la velocidad del hielo que permiten los satélites Sentinel-1, los científicos que querían estudiar las variaciones a corto plazo del flujo de hielo en toda la Antártida tenían que depender de la información recogida por satélites ópticos como el Landsat 8 de la NASA.
"Las mediciones ópticas sólo pueden observar la superficie de la Tierra en los días libres de nubes durante los meses de verano --explica el coautor doctor Thomas Nagler, director general de ENVEO--. Pero al utilizar las imágenes de radar de Sentinel-1, pudimos descubrir el cambio estacional del flujo de hielo gracias a la capacidad de estos satélites de vigilar todo el año y en todas las condiciones meteorológicas".
Actualmente, las causas de este cambio estacional son inciertas. Podría deberse a que el agua de deshielo de la superficie llega a la base del hielo y actúa como un lubricante, como ocurre en las regiones árticas y alpinas, o a que el agua relativamente cálida del océano derrite el hielo desde abajo, adelgazando el hielo flotante y permitiendo que los glaciares río arriba se muevan más rápido.
"Estos ciclos estacionales podrían deberse a cualquiera de los dos mecanismos, o a una mezcla de ambos --apunta Christie--. Serán necesarias mediciones detalladas en el océano y en la superficie para comprender plenamente por qué se produce este cambio estacional".
Los resultados implican que puede existir una variabilidad estacional similar en otros lugares más vulnerables de la Antártida, como los glaciares de Pine Island y Thwaites en la Antártida Occidental. "Si es cierto, estas firmas estacionales pueden no ser captadas en algunas mediciones de la pérdida de masa de hielo de la Antártida, con implicaciones potencialmente importantes para las estimaciones del aumento global del nivel del mar", apunta Boxall.
"Es la primera vez que se encuentra esta señal estacional en la capa de hielo antártica, por lo que las cuestiones que plantea en relación con la posible presencia y las causas de la estacionalidad en otros lugares de la Antártida son realmente interesantes --resalta el coautor, el profesor Ian Willis, también del SPRI--. Estamos deseando examinar más de cerca y arrojar luz sobre estas importantes cuestiones".