MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
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El material podría fecharse en un millón de años. Este material antiguo demuestra que el ADN sedimentario puede abrir el camino para estudiar las respuestas a largo plazo de los ecosistemas oceánicos al cambio climático. Este reconocimiento también ayudará a evaluar el cambio actual y futuro de la vida marina alrededor del continente helado. El estudio apareció en la revista Nature Communications.
La Antártida es una de las regiones más vulnerables al cambio climático en la Tierra. Por lo tanto, estudiar las respuestas pasadas y presentes del ecosistema marino polar al cambio climático y ambiental es crítico y urgente. El análisis de ADN Antiguo Sedimentario (sedaDNA) es una nueva técnica que ayuda a descifrar "quién" ha vivido en el océano en el pasado y "cuándo". Además, las épocas de grandes cambios en la composición pueden estar relacionadas con cambios en el clima. Dicho conocimiento puede ayudarnos a hacer predicciones sobre cómo la vida marina alrededor de la Antártida responderá al cambio climático actual y futuro.
Un equipo internacional usó sedaDNA para investigar los cambios en las estructuras de los organismos marinos en el Mar de Scotia durante el último millón de años, usando sedimentos adquiridos durante la Expedición IODP 382 "Iceberg Alley and Subantarctic Ice and Ocean Dynamics" en 2019. Primero, el equipo llevó a cabo una contaminación extensa control para garantizar que las señales de sedaDNA sean auténticas, lo que incluye, por ejemplo, la investigación de patrones de daño característicos relacionados con la edad en los fragmentos de ADN recuperados. Pudieron detectar ADN antiguo de hasta un millón de años.
"Esto comprende, con mucho, el sedaADN marino autenticado más antiguo hasta la fecha", explicó en un comunicado la Dra. Linda Armbrecht, investigadora principal de la Universidad de Tasmania, Australia. Entre los organismos detectados se encontraban las diatomeas como productores primarios clave cuyo ADN se detectó hace medio millón de años.
Los datos también muestran que las diatomeas fueron consistentemente abundantes durante los períodos climáticos cálidos. El último cambio de este tipo en la red alimentaria del Mar de Scotia ocurrió hace unos 14.500 años. "Este es un cambio interesante e importante que está asociado con un aumento rápido y mundial en los niveles del mar y una pérdida masiva de hielo en la Antártida debido al calentamiento natural", agregó en un comunicado el Dr. Michael Weber, segundo autor del estudio, de la Universidad de Bonn. El calentamiento aparentemente provocó un aumento en la productividad del océano alrededor de la Antártida.
El estudio demuestra que los análisis marinos de sedaDNA se pueden ampliar a cientos de miles de años, abriendo el camino al estudio de los cambios marinos en todo el ecosistema y los cambios en la paleoproductividad a lo largo de muchos ciclos de la edad de hielo. Estos períodos de cambio climático natural también pueden dar una idea del calentamiento climático inducido por el hombre actual y futuro y cómo el ecosistema podría responder a él.